El sufrimiento continúa en la 39 y 39A
Un verdadero sufrimiento viven algunos residentes de Cabecera con un lote desocupado en la calle 42 entre carreras 39 y 39A.
Además de la proliferación de mosquitos y ratas, que en realidad son problemas secundarios, les preocupa un posible desastre.
“Vivimos angustiados pensando en qué momento hay un derrumbe. El dueño o anterior dueño de este lote invadió el espacio público, la zona de antejardines por la 39, 39A y la peatonal de la 42. El peligro es que colapse, pues las aguas empozadas en el lote pueden arrasar con los edificios y las casas vecinas”, explicó Ismael Orozco, vecino del lote.
El sufrimiento lo viven desde 2004. Desde ese año no han parado las solicitudes a las Administraciones Municipales de turno: Secretaría de Planeación, de Infraestructura, de Gobierno y hasta a la CDMB, que envió a un técnico y quien pudo corroborar que el riesgo de colapso sí existe.
“Este cáncer va a hacer colapsar los edificios y las casas del rededor. Puede haber catástrofes por un derrumbe que no solo afectaría el patrimonio material, sino las vidas humanas”, añadió el vecino.
El peligro se ve
Las paredes y pisos greteados de las casas vecinas al lote hablan por sí solas.
Y ni qué decir del valor comercial que están perdiendo las viviendas por culpa del deterioro de las edificaciones, resultado de la humedad del lote que se filtra a sus propiedades.
También está el paso constante de vehículos pesados (de construcciones que se adelantan en el sector, de gaseosas) que con su tamaño pueden hacer que se desestabilice el terreno y colapse.
Factores externos
A la problemática se le suma la proliferación de mosquitos, zancudos y ratas que se esparcen por la zona y se crían en el lote.
“A las 5 p. m. ya uno está desesperado por los zancudos, no se sabe qué hacer”, dijo otro vecino.
Respuestas
En una de las comunicaciones a la Secretaría de Planeación, les contestaron: “El problema es entre el dueño del lote y los vecinos, es un problema entre particulares y no podemos hacer nada ahí”.
Sin embargo la comunidad dice que no es así, porque los afectados en una posibilidad de derrumbe no solo seríamos los vecinos, sino el mismo Municipio por sus calles, redes de acueducto, alcantarillado, telefonía, espacio público.
“Ponemos un ejemplo muy claro: Si en una vía pública hay un hueco y un motorizado cae y pierde la vida, se demanda al Estado porque la vía pública está bajo la custodia de ellos, y por el contrario no se demanda al dueño de la casa ubicada frente al hueco, que en últimas nada tiene que ver con ello. El Municipio debe cuidar eso. No puede dejar que se dañe y afecte a particulares o esperar que ocurra una tragedia para actuar”.
¿Soluciones?
“No sabemos quién era el dueño. Tenemos entendido que el lote fue embargado, se remató y lo adquirió un grupo de abogados. Estamos averiguando quién es el representante de ellos para ponernos en contacto y empezar diálogos en pro de la comunidad vecina”, dijo Orozco.