Las matemáticas pueden ser divertidas
Para muchos padres y estudiantes hablar de matemáticas se convierte en un dolor de cabeza. Pensar en sumas, restas, divisiones, multiplicaciones o en operaciones más complejas, pero especialmente no poder resolverlas, hacen que sea la materia más odiada por muchos alumnos.
Sin embargo, actualmente son diversas las estrategias que se utilizan para despertar en los niños y jóvenes el amor por las matemáticas. El uso de juegos didácticos en el aula de clase, las películas y hasta las obras de teatro pueden ser otras maneras de aprender matemáticas sin miedos ni aburrimientos.
Jose Medina, ingeniero de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia y presidente de la Fundación Juegos Inteligentes, dijo que “la didáctica, la lúdica y el juego pretenden estimular el desarrollo del pensamiento creativo y lógico matemático”. En su opinión, el punto de partida para que la enseñanza y el aprendizaje de esta materia sean exitosos está en cambiar “el método de enseñar, vigilar y castigar por el de enseñar, construir y jugar”. Así se creará un ambiente diferente entre quien enseña y quien recibe el conocimiento, lo que propicia un agradable aprendizaje. Las actividades que se pueden realizar en casa son variadas y tendrán que ver con la edad de los niños y jóvenes. Lo importante es que las matemáticas se conviertan el algo realmente divertido.
Si lo que busca es una manera diferente de que su hijo aprenda a contar pueden resultar útiles cosas que tenga en la casa, como piedritas o granos, lo que le ayude a jugar con él y a identificar las cantidades. También, pueden usarse juegos como “el tangram, el abaco, las regletas de Cuisenaire (que ayudan a que los niños inicien actidades de cálculo), los bloques lógicos y la torre de hanói, entre otros. Estos permiten jugar y también aprender los conceptos de suma, resta, multiplicación, división, fraccionarios, conjuntos, áreas, perímetro, volumen, etc.”. Medina explicó que el proceso de aprendizaje para niños pequeños y grandes es el mismo. Sin embargo, cuando se trata de pequeños en edad preescolar, el padre debe entregarle el juego para que él lo manipule, pues con esto también está desarrollando su motricidad”.
Por ejemplo, pueden usarse rompecabezas, o aquellos juegos que requieren insertar figuras de diferentes formas. Cuando los niños ya están en primaria se entrega el juego, pero no para que lo manipulen, sino que son guiados en el proceso. “El conocimiento matemático en los niños, pasa por tres fases: una manipulativa, otra gráfica y, por último la simbólica. Con los juegos se puede cubrir esa primera fase manipulativa en lo que se refiere al cálculo; una vez que haya comprendido en qué consiste el procedimiento, se les puede introducir en la expresión de las operaciones de forma gráfica y abstracta”.
Despertar el amor por las matemáticas puede ser alimentado con otras ayudas didácticas. Por ejemplo, padres e hijos pueden ver películas relacionadas con la historia de los matemáticos o de los grandes artistas, cuyo trabajo fue influenciado por esta materia. En palabras de Medina, “las matemáticas son transversas en todas las áreas del conocimiento, o sea que en absolutamente todo en la vida siempre tendremos relación con los números”, incluso en las actividades más cotidianas, o ir de compras.
Pues yo creo que si todos tubiesemos ese gusto por las matematicas habria un mayor adelanto en la humanidad ya que yo tengo la creencia de que las matematicas es el lenguaje universal de la naturaleza por lo tanto todos tendriamos un mejor entendimiento de las cosas que nos rodean y hacer mejor las cosas para generar un bienestar general para el planeta y la humanidad jee =)