#De qué me hablas viejo?
Nancy Rodríguez Guevara
Editora Gente de Cabecera
No se trata de una frase sacada de uno de los muchos capítulos del personaje Bugs Bunny, de la productora Hanna-Barbera.
Seguramente quien la pronunció disfrutó a más no poder, como muchos de nosotros, de las historias de este inquieto conejo, que además de comer zanahorias, pronunciaba a menudo la frase “What’s up, Doc?, traducida como ‘Qué hay de nuevo, viejo”, por los mexicanos encargados de los doblajes de la época.
Una frase sonora y que evoca recuerdos, pero que no deja de ser pintoresca, de animaciones.
Por eso tanta algarabía, por eso tanto desconcierto. Una errática respuesta del Presidente de los Colombianos, ante una pregunta que bien ameritaba una salida seria y contundente.
Tal vez para muchos parezca una tontería, pero resulta que el país está a la espera de una razón, una explicación, una disculpa, sobre los hechos en donde ocho niños perdieron la vida. Niños que no saben cómo ni por qué se vieron involucrados en una guerra que los llevó a la muerte. Niños que les dijeron a sus progenitores que se tenían que ir, que los estaban obligando. Niños que nadie fue capaz de defender.
Esta terrible situación que involucra a familias desprotegidas, familias campesinas del sur del país, se repite en distintas regiones, en donde grupos fuera de la ley presionan para incrementar sus combatientes, sin importarles el género, la edad.
Por eso se esperan respuestas serias y no alusiones a películas infantiles con estrellas en el paseo de la fama. Por eso, esas familias merecen mucho más que una prepotente respuesta: merecen y sueñan con un Estado que los defienda y represente. Son ellos los que hoy le dicen al mandatario de los colombianos ¿“De qué hablas viejo?”.