Como la primera vez

Nancy Rodríguez Guevara

Editora Gente de Cabecera 

Escuchaba una conversación entre dos adolescentes en la que disertaban sobre el celular que iban a adquirir.

Conocían a profundidad los beneficios del que tenían, pero conocían mejor el que llegaría a sus manos. No era la primera vez que estrenarían un aparato de estos. Se les notaba tanto el entusiasmo y el interés por la nueva adquisición, que pareciera ser algo muy importante para sus vidas.

Si valoráramos todo como esa primera vez que estrenamos algo, las cosas serían diferentes.

Recuerda cuando vio por primera vez a esa persona de la que se enamoró locamente?

Recuerda la sensación de estrenar esos zapatos que tanto le gustaron y que adquirió sin pensarlo mucho?

Llega a su memoria ese momento exacto en el que por primera vez tomó la mano de quien se convirtió en su pareja?

Esa primera vez fue grandiosa. ¿Por qué nos permitimos olvidar esa primera vez?

¿Por qué no hacer de cada día una primera vez?

¿Acaso pensamos en cómo vivimos a diario nuestra vida?

Si de verdad cuidáramos nuestras relaciones, nuestras parejas, tal vez nos tomaríamos el tiempo para analizar qué y cómo hacerlo, para que siempre fuera como la primera vez.

Nos tomaríamos el tiempo, como adolescentes, para conocer las fortalezas y los beneficios de esos coequiperos que nos acompañan, para valorarlo cual ‘celular nuevo’.

Lástima que la costumbre sea la que decida en nuestras vidas. El tedio no es un buen consejero.

Por eso, la invitación es a que le de el valor que merece esa persona que está a su lado, y a que hoy haga, piense, sienta y valore las cosas como la primera vez.