Molestias por consumo de licor frente a edificio de Cabecera
Los residentes del edificio Posada Rochester, ubicado en la carrera 35A con calle 49 de Cabecera, aseguran estar cansados del ruido y desorden que generan las personas que consumen licor frente a esta unidad residencial.
Aseguran que las personas compran las bebidas alcohólicas en una licorera que se encuentra a escasos metros del edificio, pero lo consumen frente a este.
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“El edificio está en toda la esquina, entonces da tanto a la calle como a la carrera con una zona amplia en la que la gente se sienta a tomar toda clase de licor, generando ruidos fuertes e incluso riñas hasta muy altas horas de la madrugada, perturbando el descanso, especialmente los fines de semana”, señaló Germán Ojeda, adminstrador del edificio.
Aseguran que en reiteradas ocasiones han expuesto su inconformidad con los administradores del establecimiento, sin obtener una solución.
“La licorera dice que ellos venden el licor pero no es su responsabilidad controlar dónde lo consumen”, agregó Ojeda.
Del mismo modo, agregaron que han expuesto su queja ante el CAI de Policía de San Pío, pero que no han visto ninguna acción contundente.
“Ellos dicen que con el nuevo fallo de la corte están impedidos para sancionar a los consumidores. Y la verdad ya no sabemos qué hacer, pedimos que nos ayuden con más control, porque incluso hemos visto que en ese establecimiento venden trago después de la hora permitida”, agregó otro vecino.
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Por lo anterior, los residentes de esa zona hacen un llamado a las autoridades para que regulen esta situación y les devuelvan la tranquilidad.
Responden las autoridades
El Teniente de la Policía, Ricardo Montoya, comandante del CAI San Pío, admitió que controlar el consumo de bebidas alcohólicas en zonas de espacio público se ha convertido en una tarea más compleja a raíz de la sentencia de la Corte Constitucional que modificó este artículo del Código de Policía y Convivencia.
Sin embargo, señaló que dentro de sus obligaciones está preservar la tranquilidad de la comunidad, por lo que explicó que dentro de las facultades de la Policía está hacer un llamado de atención por las molestias que puedan ocasionar a la comunidad.
“Es necesario dejar claro que no podemos sancionar a nadie por consumir alcohol o sustancias alucinógenas en espacio público. Pero si la comunidad denuncia perturbación de la tranquilidad podemos pedir a las personas que se retiren del sitio, sino lo hacen o se van y regresan, lo que se puede hacer es poner una sanción por desacato a la autoridad”, explicó el Teniente Montoya.
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Con respecto al horario de funcionamiento de la licorera, invitó a la comunidad a hacer las respectivas denuncias y a aportar las pruebas que puedan servir para evidenciar la falta del establecimiento comercial.
“A veces es difícil regular estas situaciones por las horas en las que se registran, por eso es importante que si existen pruebas como fotografías o videos en los que se evidencien las faltas, que sean aportados por la comunidad para proceder con su revisión y así determinar las acciones correctivas necesarias”, agregó.
Finalmente, reiteró el compromiso de la Policía con la comunidad e invitó a las personas a denunciar cualquier irregularidad ante los cuadrantes y CAI del sector para que la situación sea atendida.
El Decreto 095 del 2017, estipula que el horario permitido para el funcionamiento de las licoreras en Bucaramanga es de 10:00 a.m. a 12:00 de la noche. Sin embargo, dichos establecimientos pueden prestar el servicio durante las 24 horas del día, siempre y cuando se haga a domicilio.