Posiciones divididas por construcción de ciclorruta en Cabecera

 

Por: Claudia Isabel Delgado S.

Crecen las protestas y las opiniones divididas por la construcción de la ciclorruta. Mientras algunos creen que es el momento de avanzar, como en las grandes ciudades del mundo, otros no están del todo conformes con la iniciativa y aseguran que se perjudicará el comercio y la movilidad de la capital santandereana.

En total se construirán 17,3 kilómetros de ‘bici’ carril. Según quedó establecido en el Plan de Ordenamiento Territorial de Bucaramanga, la meta es contar con 200 kilómetros de ciclorruta para la ciudad en 2030.

De acuerdo con Natalia Durán, directora de Asuntos Internacionales de Bucaramanga, la capital santandereana es la ciudad más rezagada en el país en temas de ciclo infraestructura.

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“Las sociedades de Colombia se están moviendo hacia este tipo de iniciativas sostenibles y las economías se han ido transformando. Decidimos arrancar con esta estrategia porque es una meta del plan de desarrollo, no es un capricho de la Alcaldía. Estamos respondiendo a unas directrices internacionales y a unos lineamientos del Gobierno Nacional”, explicó la funcionaria.

Residentes y comerciantes de Cabecera del Llano y El Prado denuncian que la medida reducirá 1,8 metros de la calzada existente y afectará notoriamente la movilidad de este sector, que de por sí ya es bastante congestionado, situación que impactará negativamente en el comercio del sector.

“No estamos en contra de la ciclorruta, todos aquí queremos cuidar el medio ambiente, pero pedimos que la planeen por otro lado. Aquí las calles no dan para un proyecto de ese tipo, son calles muy pequeñas. Si se arma trancón con dos carriles, imagínese con uno solo”, expresó Trinidad Flórez, Presidente de la Junta de Acción Comunal, JAC, de Cabecera.

¿Cómo se seleccionaron los corredores?

Para definir los corredores viales por donde pasará la ciclorruta, se tuvieron en cuenta aspectos como la movilidad, la frecuencia de siniestros viales, la geografía de la ciudad, entre otros elementos. Además hubo un proceso de construcción y concertación colectiva a través de sondeos, talleres, entrevistas y convocatorias abiertas al público.

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“Observamos cuáles son las principales necesidades de conexión que actualmente tienen los ciclistas, que nos ayudan a intuir que los carriles que se van a construir serán los de mayor potencial de uso”, señaló la directora de Asuntos Internacionales de Bucaramanga.

Adicionalmente, se tuvieron en cuenta cinco criterios de selección: que las vías de los ciclistas sean atractivas, coherentes, cómodas, directas, es decir que no tengan que hacer un circuito ilógico y que sean seguras.

“Me parece buena idea, pero no sé si las vías estén preparadas”

Juan Francisco Acevedo tiene 24 años y desde hace cinco usa la bicicleta como medio de transporte.

Sale todos los días de su vivienda ubicada en la carrera 34 con calle 52 hacia La Aurora, lugar donde trabaja, en bicicleta.

“Para llegar a mi trabajo no tengo construido un carril exclusivo, bajo derecho por la calle 52, tomo la carrera 31 para luego tomar la carrera 28. De ahí me voy directo hacia la Concha Acústica, hago la rotonda, bajo por la calle 36 y llego cerca al Hotel Chicamocha”, relató.

En el recorrido, Juan Francisco tarda entre siete u ocho minutos.

A pesar de que se mueve en bicicleta para todo, acepta que no sabe si la ciudad está preparada para una ciclorruta.

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“Es una buena idea, sin embargo no sé si las vías estén preparadas, son muy angostas. Cuando voy para mi casa, en ocasiones el tránsito por la carrera 35 se hace lento debido al alto flujo vehicular. Si ponen un carril para la bicicleta sería un poco más lento. La solución que yo veo es que las personas que usan carro empiecen a ver la bicicleta como un medio de transporte para dinamizar el tránsito”, dijo.

«Si construimos un tercer carril vamos a tener más carros. Si tenemos más kilómetros de ciclorruta vamos a tener más ciclistas», Natalia Durán, Directora de Asuntos Internacionales de Bucaramanga.

“Necesitamos vías que nos conecten”

En septiembre de 2018, el contenido de la estrategia de la bicicleta se dio a conocer a todos los bumangueses, un proyecto que busca hacer de Bucaramanga una ciudad ‘bici’ amigable.

Natalia Darán, directora de Asuntos Internacionales de Bucaramanga, manifestó que más allá de socializar la estrategia, ha sido una construcción social integrada por diferentes actores de la sociedad civil. “Este proceso nos ayuda a confirmar que lo que vamos a construir ha surgido de la necesidad del público en general”, dijo.

Clara Torrado fue bici-usuaria durante un año y medio, tiempo suficiente para darse cuenta que es momento que Bucaramanga tenga la infraestructura y los medios para que los ciclistas se sientan seguros.

“Dejé de arriesgar mi vida porque me di cuenta que la ciudad no es apta para moverse en bicicleta, pero continúo exigiendo que se vuelva realmente amigable con la ‘bici’ , que haya un sistema que proteja al bici-usuario y que podamos movilizarnos como debe ser en un vehículo que es sostenible y que ayuda a reducir gastos”, expresó.

Se intensifican las protestas

El rechazo de los ciudadanos hacia la construcción de la ciclorruta sigue multiplicándose en Bucaramanga. Ya se cumplieron tres semanas de las manifestaciones.

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Quienes se oponen al proyecto han optado por acudir a vías de hecho para hacer público su inconformismo e interrumpir los trabajos de construcción. “Todos los días se está tratando de hacer plantones. Si nos enteramos de que en algún punto hay movimiento de trabajadores, inmediatamente nos movilizamos para demostrar que no vamos a dar nuestro brazo a torcer. Ocupamos el espacio por donde va a pasar la ciclorruta para demostrarle al Alcalde y a las personas encargadas que están cometiendo un error muy grande, dejando un solo carril por toda la ciudad se generará más congestión de la que ya hay”, aseguró Eliseo Duarte, comerciante y líder del barrio El Prado.

Frente al malestar generado, voceros de la Alcaldía señalaron que seguirán realizando pedagogía e invitando al cambio.

“Creemos en las bondades del proyecto, creemos que es bueno para la movilidad de la ciudad y es bueno para activar el comercio. Sentimos que es un proyecto que le va a venir bien al sector que hoy siente temores al respecto. Cuando el proyecto esté implementado, nos dará la razón”.