¡No hay derecho!
Nancy Rodríguez Guevara
Editora Gente de Cabecera
Cada vez son más infames los inventos de los seres humanos para atentar contra la población más vulnerable, la más indefensa: Los niños.
Cada vez es más vil la mente del hombre para crear y recrear historias en las que los menores son violentados, maltratados, usados.
Esta semana nos hemos encontrado con una historia, publicada en varios medios de comunicación, que difícilmente alguien cuerdo, humano, sensible, inteligente, podría creer.
Cientos de niños de los que a diario vemos en las calles, en las esquinas, en los semáforos, en la vía pública pidiendo dinero a los transeúntes, a los conductores, ellos, esos pequeños que veíamos dormidos, cansados, somnolientos, hambrientos, estaban ahí porque fueron alquilados por sus familias a unos desconocidos para que los usaran en la mendicidad.
¿Hasta dónde ha llegado la maldad del ser humano, que es capaz de someter a sus propios hijos a situaciones de verdadero peligro, solo para obtener unos cuántos pesos?
¿Qué podemos esperar de esos adultos que alquilan infantes y los medican, sin saber con qué productos, solo para que no lloren, no se quejen, no pidan nada y ‘los dejen trabajar tranquilos?
¿Qué está pasando en nuestro entorno, que pareciera que nada estuviera funcionando?
¿Quién defiende a esos pequeños? ¿Cuál es la autoridad competente que debe estar al frente de esta situación y que hasta el momento no se ha pronunciado?
Si bien es cierto que al parecer muchos eran inmigrantes, los niños eran alquilados por padres locales y ellos deben recibir el peso de la ley.
Mentes perversas, maquiavélicas, son las que están al frente de este ‘negocio’ que roba la esperanza en el ser humano. ¡No hay derecho!