Mi héroe de carne y hueso
Nancy Rodríguez Guevara
Editora Gente de Cabecera
En época de héroes y súper héroes, de esos que andan con capa, sin capa, con súper poderes, fortachones, de colores diversos, tamaños distintos, existen unos que sin esos atributos sacan a diario la cara, muestran su carácter aguerrido y luchan por lo que aman, por quienes aman.
Si señores, hablamos de los mismos: Los papás.
Pero esos que son papás no porque engendran y huyen, sino porque están ahí siempre, en las buenas y en las malas. Esos que ayudan a cambiar pañales, a preparar loncheras, a acompañar en presentaciones, a disfrazarse en halloween, a contar historias en noches de insomnio, a correr cuando nadie escuchó la alarma y es importante llegar temprano a esa cita.
Ese sí es un súper héroe, ese hombre si amerita una estatuilla por ser el mejor, ese señor al que los niños llaman papá merece el mejor y más grande reconocimiento hoy y siempre.
No se necesitan súper héroes, se necesitan hombres de carne y hueso que sientan y lleven con orgullo el título de papás.
Papás hay muchos, como el tuyo y el mío ninguno, eso dicen.
Cada papá es único, irrepetible e intransferible.
El verdadero papá conoce a sus ‘engendros’ como ninguno, él sabe que su lugar en este mundo es donde está su familia, que su mejor función ha sido al lado de ellos.
Eso sí es ser papá.
Y como dice la canción, ‘por eso y por mucho más’, que este Día del Padre sea único, especial.
A todos los papás, a los que dejan huella en sus hijos, a los que enseñan y dan ejemplo, a los que saben que son imprescindibles en sus hogares, feliz día.
A los que ya no están, una oración.