“Ciclorrutas sí, pero no por aquí”
No fue necesario que la demarcación de las vías por donde se trazarán los 17,3 kilómetros de cicloinfraestructura de Bucaramanga terminaran, para que decenas de comerciantes y residentes de los barrios Cabecera del Llano y El Prado manifestaran su descontento con este proyecto.
Aunque es una estrategia de movilidad que se venía trabajando poco más de un año atrás, los residentes de esta zona de Bucaramanga aseguraron que nunca se socializó con ellos, y que fue “impuesto” por la Administración Municipal sin contemplar que podría afectar notoriamente la movilidad y el comercio de sus barrios.
“Como edil de la comuna 12 nunca fui invitada a una socialización de esa estrategia. Los comerciantes también me manifestaron que aunque habían oído del tema, nunca se les comentó al respecto. Vinimos a saber que pasaba por nuestro sector cuando empezaron a demarcar las calles”, comentó Ana Milena Manosalva.
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Así mismo, manifestaron que la ciudad tiene otras necesidades prioritarias que deberían ser atendidas, antes de dar paso a este tipo de obras.
“La ciudad tiene una deficiencia de andenes, está llena de huecos, la inseguridad cada vez es peor. Creemos que son temas que se deberían mejorar primero, para posteriormente pensar en ciclovías seguras y que puedan ser mejor aprovechadas”, comentó Trinidad Flórez, presidenta de la Junta de Acción Comunal, JAC, de Cabecera.
$13.065
millones se destinaron para ejecutar las obras de los 17,3 kilómetros de cicloinfraestructura.
El comercio se siente amenazado
Los comerciantes de la carrera 35 entre calles 33 y 52 por donde se levantarían 1,2 kilómetros de bici corredores, aseguran que serían los más afectados con la medida, pues se les reduciría 1,8 metros a esta importante vía de la ciudad, generando caos vehicular y “alejando” a sus clientes.
“Tengo una comercializadora de flores en la carrera 35 con calle 38 y vivo en frente de mi local. Sé que me voy a ver doblemente afectada con esta medida porque veo como cada día se congestiona esta vía y si la reducen a un carril sería peor, haciendo que mis clientes no puedan venir a comprar”, comentó Libia Medina, comerciante del sector.
Lo mismo opina el señor Eliseo Duarte, propietario de una inmobiliaria y residente de El Prado.
“Vemos como algunos locales en la carrera 30 han cerrado, y otros han disminuido sus ventas hasta en un 70%. No queremos que nos pase esto a nosotros”, señaló.
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Estos vecinos han sido enfáticos en afirmar que no se oponen a la cicloinfraestructura, pero coinciden en que deben replantearse los tramos por donde se trazaría.
“No nos oponemos a las ciclorrutas. Sabemos que el medio ambien
te lo necesita, pero se debe revisar el trazado correcto, hay otras vías en donde se impactaría menos el comercio y la movilidad. Por eso pedimos que se escuchen nuestras peticiones y se reestructure el proyecto”, manifestó Juan F. Cardoso, miembro de la JAC de Cabecera.
El Concejo debatió el tema
Otros barrios de Bucaramanga también han manifestado su voz de rechazo a la construcción de la cicloinfraestructura, tanto así que el Concejo citó a un debate de control político en el que se denunciaron irregularidades en su planteamiento, que según el concejal Wilson Mora atentan contra el Plan de Ordenamiento Territorial de Bucaramanga.
“Estoy a favor de este proyecto, pero en contra del procedimiento, de sus diseños y de la forma como se quieren atropellar los derechos de muchos ciudadanos. Lo que aquí denunciamos es la ilegalidad de la ciclorruta, por impedimentos del POT, y la Personería debe tomar acciones inmediatas”, denunció Mora en el debate.
Aunque la Alcaldía intentó defender el proyecto, concejales como Pedro Nilson Amaya y Wilson Mora insisten en que debe ser replanteado y dijeron que llegarán a todas las instancias legales para detenerlo. Decisión aplaudida por la mayoría de asistentes.
Las acciones
Por todas las razones enunciadas, la comunidad decidió organizarse para realizar plantones y protestas con el fin de hacer sentir su voz de rechazo.
Es por eso que desde el lunes pasado es común encontrarse con afiches en las fachadas de los locales que rechazan la iniciativa.
Además, el pasado martes desde tempranas horas de la mañana, en la carrera 35 con calle 41, estos vecinos hicieron un plantón para demostrar porqué las ciclovías no deberían pasar por sus sectores.
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“Decidimos movilizarnos y estacionar vehículos sobre las zonas demarcadas para demostrarle a la Alcaldía el caos que se forma. Sin ser una hora pico vimos cómo se crearon grandes filas de vehículos, ocasionando que el tráfico se afectara”, señaló Eliseo Duarte.
Por ese motivo, aseguran que trabajan en una acción de judicial con la cual puedan pedir a un juez que pare los trabajos.
“Estamos preparando derechos de petición masivos en los cuales solicitamos a la Alcaldía de Bucaramanga se nos respete el derecho a la participación ciudadana en las decisiones que nos afectan, esperando que se reestructure la iniciativa de la bicicleta”, Adolfo Enrique Leal, otro residente afectado.
La Alcaldía se pronunció
Ante los cuestionamientos hechos por parte del Concejo sobre el incumplimiento de lo estipulado en el POT, la Alcaldía de Bucaramanga argumentó que en ningún momento se violó dicho documento, pues el trazado del proyecto no corresponde a vías primarias o secundarias.
Así mismo, aseguraron que sí se hicieron respectivas jornadas de socialización, y que la Estrategia de la Bicicleta fue un documento construido en múltiples talleres en los que participaron diferentes actores sociales.
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“Se hicieron encuestas, sondeos virtuales y en los ciclopaseos organizados por la Administración se socializó el tema. Incluso hicimos concursos en los que los ciudadanos participaron por el sorteo de una bicicleta”, respondió Natalia Durán, de la Oficina de Relaciones Internacionales de Bucaramanga.
Por su parte Manuel Azuero, jefe de Gobernanza de la Alcaldía de Bucaramanga, aseguró que el proyecto sigue adelante y que así como hay sectores que se oponen, también existen muchos ciudadanos que lo respaldan.
“Este es un trabajo que se ha realizado hace varios meses atrás con Naciones Unidas y con varios sectores que lo pedían. Sabemos que existen desacuerdos y estamos atentos a resolver inquietudes, pero la única razón que puede frenar el proyecto es una orden judicial y mientras no exista el contrato sigue en pie”, dijo Azuero.
Los que defienden el proyecto
Grupos de biciusuarios defienden el proyecto y aseguran que era algo que la ciudad necesita, no sólo para incluir a aquellos que utilizan la bicicleta como medio de transporte, sino también para ayudar a mejorar la movilidad y aportar al medio ambiente.
“La ciudad ya no da abasto para que circulen más automotores por sus vías, el caos es permanente e incluso existe en horas valle. Además, estamos respirando un aire nocivo, hace apenas tres meses la mala calidad del aire nos tuvo en alerta naranja. Ya es hora de usar un medio de transporte sostenible, como lo es la bici”, comentó Marlon Barragan, biciusuario.
Por su parte, un comerciante del sector de Cabecera, quien pidió la reserva de su nombre, también mostró su aprobación con el proyecto y asegura que lo ve como una oportunidad que podría aprovechar en su negocio.
“Yo tengo una boutique y el proyecto pasa por mi negocio, y me parece muy bueno porque la ciudad lo necesita. Creo que Bucaramanga debe buscar soluciones para la movilidad sostenible y como comerciantes debemos reinventarnos y usar esto como una oportunidad y no una amenaza”, comentó.
Finalmente, la activista Andrea Navarrete del movimiento ‘Mujeres Bici-bles’, defendió el proyecto y respondió a algunos cuestionamientos que hacen los oponentes.
“La bicicleta es un vehículo más y por tanto debe ser incluido dentro de la infraestructura vial. Sabemos que es una estrategia a largo plazo que empezará a ejecutarse poco a poco y que con el tiempo se consolidará. Por ahora no podemos pretender que las pocas ciclovías que existen estén llenas cuando son tramos cortos que no comunican con toda la ciudad y no nos sirven a todos”, argumentó Navarrete.