Inconformismo por construcción de reductor de velocidad
Los residentes de Cabecera alegan que las obras del nuevo reductor de velocidad construido sobre la carrera 38 con calle 33 del barrio Alvarez, no estarían bien ejecutadas. – Suministrada / GENTE DE CABECERA
Periodista del Barrio
Como residente del sector de Cabecera me movilizo diariamente a mi lugar de trabajo. En el recorrido me he dado cuenta de la construcción de un nuevo ‘resalto’ sobre la carrera 38 con calle 33, al costado del colegio Las Américas, en el barrio Álvarez.
Aunque esta es una obra que se supondría ayudaría a mejorar la movilidad, su diseño deja mucho que pensar, pues como ingeniero me puedo dar cuenta que está sobredimensionado y ha generado rechazo en los conductores por los probables daños que pueda causar en la suspensión de sus vehículos, pues al percatarse abruptamente de sus dimensiones obliga una frenada intensa que puede inducir colisiones de quienes lo suceden.
Por otro lado, parece poco útil su construcción en pro de los peatones, pues por lo que se observa, esta estructura corresponde a un resalto “pompeyano”. Sin embargo, para cumplir con esa función tendría que tener al menos 10 metros de largo y este no supera los siete.
Así mismo, puede observarse que al finalizar el “pompeyano” hay una zanja que supongo se hizo para facilitar circulación de aguas lluvias, pero obstaculiza el paso de discapacitados en silla de ruedas, quienes se encuentran con una zona verde antejardín, que no da continuidad al flujo peatonal.
Hago estas observaciones para que las autoridades correspondientes las tengan en cuenta a la hora de construir este tipo de estructuras viales en otros lugares de la ciudad sin afectar a peatones y conductores.
Nota de la Redacción
Sobre el tema, voceros de la Dirección de Tránsito de Bucaramanga aseguraron que aunque fue una obra viabilizada por este organismo, es una firma contratista de la Secretaría de Infraestructura la que se encarga de su construcción.
Por su parte, Fany Arias, secretaria de Infraestructura, aseguró que la interventoría de la obra revisó las medidas del reductor de velocidad y este cumple con lo establecido en las normas estipuladas por la Dirección de Tránsito.
Aseguró además, que las obras no han terminado.
“Las obras aún no terminan, se están haciendo las labores para definir el espacio público y para conectar el resalto tipo pompeyano con los andenes”, explicó la funcionaria.