Por más de 40 países con una mochila al hombro

Por: Edward Grimaldos Gómez

Hace cerca de tres años Jairo Berbeo, un joven bumangués que tenía 25 años, decidió hacer un alto en su camino de ejecutivo para perseguir el que quizá había sido siempre su más grande sueño: viajar.

Graduado como Ingeniero Industrial y Diseñador en Comunicaciones de la Universidad de los Andes, dejó su puesto como gerente regional de una compañía nacional para tomar tan solo su mochila, un poco de ropa y sus ahorros, para embarcarse en lo que para muchos podría ser “una locura”.

“Tenía lo que muchos quieren, un buen apartamento con vista a la ciudad, carro, y un futuro prometedor en el mundo corporativo, pero decidí que era momento de buscar mi sueño, el de viajar y conocer culturas alrededor del mundo”, comento Jairo Berbeo.

Sabía que no era una decisión fácil, pues tenía la certeza de que con lo que había ahorrado podría estudiar una maestría, pero se decidió por invertirlo en viajar, elección que le costó tal vez el reproche de su familia y amigos.

A pesar de todo emprendió su viaje por Europa, sabía que era el lugar por el que quería empezar. Viajó solo y hoy en día dice con orgullo que en tres años ha visitado más de 40 países de Europa, América y algunos de Asia y África, tan solo acompañado de su mochila. Asegura que es una decisión de la que no se arrepiente en lo absoluto.

Estuvo durante un año fuera de casa, regresó a pasar navidad junto a su familia y volvió a viajar para continuar conociendo y llenándose de experiencias enriquecedoras.

Su casa dentro de una mochila

El ser mochilero para Jairo ha sido una de sus mejores experiencias, pues asegura que con ello ha aprendido destrezas que solo este tipo de aventuras le permitieron desarrollar.

“Con esta experiencia uno aprende a tomar decisiones rápidamente, a hacer rendir el dinero, a socializar, conocer personas y adaptarse a las diferentes culturas”, explicó.

Durante su viaje se ha hecho amigo fiel de las aplicaciones para localizar hostales de bajo costo, de los viajes en tren y de la comida que el mismo se prepara con productos que compra en supermercados.

Reconoce la importancia del dinero. Asegura que es una herramienta que le facilita la vida y sobre todo cuando se está fuera de casa.

“Ser mochilero no es para todo el mundo. Considero que es una decisión que la persona debe tomar porque le gusta, pues en esa experiencia tienes que aprender a vivir con poco, tu casa siempre va sobre tu espalda, y sobre todo tienes que adaptarte a muchas cosas, por ejemplo a dormir en cuartos con otras personas y dejar de darte grandes gustos en comida en la calle”, comentó.

Jairo o “Berbeo” como lo conocen, dice no haber recibido un solo peso de sus padres para financiar “esta locura”, por lo que dice que se “atreve” a impulsar a más personas que les guste este tipo de experiencias a que lo hagan.

Por eso, mientras viajaba creó www.viajandoconberbeo.com, un blog en el que relata sus vivencias en todos los países que ha visitado, pero no se queda en eso, también entrega los consejos más prácticos para que una persona que desee viajar se anime a realizar esta experiencia.

Sin embargo, define su espacio como una web “responsable”, pues sabe que este tipo de experiencias no son para todo el mundo y van más allá solo de las ganas.

“Existen blogueros e influencers de viajes que muchas veces muestran falsas ideas sobre lo que es viajar y hasta nos hacen creer que si no lo hacemos no somos felices o cosas por el estilo.

“Por eso en este espacio encontráran desde cómo armar una mochila, en dónde comprar un seguro de viaje, hasta sitios gratuitos para visitar en diferentes partes del mundo”, señaló.

 «No hay un sólo día en el que me arrepienta de esta experiencia, porque los innumerables aprendizajes que he adquirido me confirman que tomé la mejor decisión de mi vida».

Futuros proyectos

En la actualidad Jairo continúa viajando por diferentes partes del mundo, consiguió un trabajo en una compañía internacional con la que puede laborar desde cualquier parte, cosa que le ha servido para continuar con su aventura.

No obstante, sabe que no pasará el resto de su vida como mochilero, por lo que asegura que pronto llegará el momento de retomar su vida “normal”.

“Creo que este es mi último año viajando. Mi meta es conocer el sudeste asiático y estudiar un posgrado, y más adelante poder dedicarme a la docencia. Considero que desde mi experiencia al conocer múltiples culturas, puedo aportar mucho”, concluyó Berbeo.