Mujeres líderes que trabajan por su comunidad
Por: Edward Grimaldos Gómez
Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, Adriana Zableh, médico oncológica; María Juliana Acebedo, abogada, y Ana Milena Manosalva, edil de la comuna 12, compartieron con la revista Gente de Cabecera un poco de su trabajo en diferentes áreas de su vida y cómo desde su labor aportan a la construcción de ciudadanía.
Adriana Zableh
«Mi mayor satisfacción es poder ayudar a aquellos que más lo necesitan. Por eso nunca me cansaré de decir que tengo la mejor profesión del mundo y por eso si volviera a nacer volvería a escoger ser médico».
Solo hace falta conversar algunos minutos para ver en los ojos de Adriana Zableh la pasión que le pone a la labor que desempeña por ayudar a grandes y pequeños que sufren de cáncer.
Hace 24 años que esta médico egresada de la Universidad Industrial de Santander, UIS, trabaja en la unidad de oncología del Hospital Universitario de Santander, HUS, buscando devolverles la esperanza a aquellas familias a las que el cáncer les tocó a su puerta.
Trabajo que complementó con la creación de la sede de la Fundación Sanar en la ciudad hace 20 años, y desde donde vela porque cada niño tenga acceso a un diagnóstico oportuno y los medicamentos adecuados para poder tratar su patología.
“El hecho de ver que los niños llegaban con cáncer y las recientemente creadas EPS no respondían, fue lo que nos motivó a pensar en traer Sanar a la ciudad, pues la organización ya existía desde 1985 en Bogotá”, comentó la médico nacida en Barrancabermeja.
Desde su trabajo en la fundación lideró campañas como la recolección de tapitas plásticas como uno de los tantos métodos para alcanzar recursos, hecho que le valió el reconocimiento de la “doctora Tapitas”.
Sabe que su trabajo es duro, tal vez le consume gran parte de su vida, por lo que aprovecha cada espacio por pequeño que sea junto a su esposo, un aliado fiel en su labor y sus demás familiares. Asegura que el don social de las mujeres es algo que la ha impulsado a trabajar por el bienestar de quienes los necesitan.
“Creo que esa parte social viene por naturaleza con el hecho de ser mujer y se complementa muy bien con mi profesión. Por eso la medicina y mi fundación son las razones de ser de mi vida, por eso siempre lo digo: si volviera a nacer volvería a ser médica y a hacer lo que hago”, concluyó la doctora Zableh.
Su sueño más grande y por el que trabaja a diario, es el de poder aumentar la posibilidad de vida de los niños con cáncer del régimen subsidiado de salud que acualmente está en un promedio de 40% a un 90% tal como sucede en países desarrollados, además de seguir su trabajo en la consolidación de una nueva fundación en la que se ayude también a los adultos que sufren esta terrible enfermedad.
María Juliana Acebedo
«Las mujeres somos unas berracas, pues día a día nos toca competir en un mundo diseñado para hombres. Por eso es sorprendente ver cómo más mujeres ocupan cargos con gran importancia, tomando grandes decisiones en la política y en sus trabajos».
El carácter y la determinación de la mujer santandereana están bien representados en María Juliana Acebedo. Una abogada que desde su profesión trabaja por el bienestar de la comunidad en general y la construcción de un país mejor.
Es egresada de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, Unab, y actualmente es la directora del Comité Transparencia por Santander, desde donde vela por los recursos de todos sus coterráneos, reto que asumió hace poco más de seis años como una forma de reivindicar los derechos de la población.
“Llevamos años viendo cómo los recursos públicos son invertidos de manera irresponsable e ineficiente, escándalos de corrupción rondan los titulares de los periódicos permanentemente. Así que un día vi la oportunidad para trabajar por la transparencia en la región, me pareció muy atractivo poder aportar mi conocimiento y mi experiencia a una causa y aquí estoy”, comentó Acebedo.
Asegura que la lucha contra la corrupción es un ámbito muy complicado, pero sabe que su trabajo es respaldado por cientos de personas y múltiples organizaciones. Dice sentirse feliz con lo que hace y con la manera en la que divide su tiempo entre su esposo y su nueva integrante de la familia, su mascota.
“Creo que todo es cuestión de organización, mi esposo es arquitecto y también tiene sus obligaciones, siempre aprovechamos los espacios que tenemos disponibles para estar juntos, junto a nuestra perrita”, agregó.
Destaca la importancia del género femenino en este tipo de escenarios y añora que cada día se junten más mujeres a causas como estas. Su anhelo más grande es poder lograr que su departamento y por qué no, su país, cuenten con garantías de contratación transparente en la que todos los colombianos puedan sentirse confiados de la honestidad de sus gobernantes.
“La gran meta que tenemos junto con el equipo de Transparencia por Santander es lograr ambientes de sana competencia en la contratación pública, generar las garantías necesarias para que los recursos públicos tengan la finalidad adecuada. Todo esto sin duda beneficiará el desarrollo económico de la ciudad y de la región” puntualizó.
Ana Milena Manosalva
«Con mi trabajo me doy cuenta que con actitudes dispuestas al cambio, las mujeres podemos alcanzar los sueños que nos propongamos, sin olvidar de dónde venimos pero con el objetivo claro de hacia dónde queremos llegar».
Trabajar por su sector ha sido el mayor reto durante los últimos años de Ana Milena Manosalva. Por eso, desde 2015 se unió junto a algunos de sus vecinos para crear la Junta de Acción Comunal, JAC, de su barrio Cabecera del Llano.
Gracias a eso, su comunidad la postuló para ser edil de la Comuna 12, siendo elegida para el periodo 2016 a 2019. Hoy a poco tiempo de terminar su labor, asegura sentirse satisfecha porque trabajó arduamente por velar por los intereses del lugar en donde ha vivido toda su vida.
“Es muy gratificante saber que la gente reconoce mi trabajo y siempre cuenta conmigo para consultar temas que nos competen a todos”, comentó.
Se siente feliz de vivir en un sector lleno de personas que describe como amables, pujantes y con uno de los climas más ricos de la ciudad. No obstante, sabe que como cualquier otro sector de la ciudad, tiene muchos ámbitos en los que debe mejorar y reconoce la complejidad que eso representa.
A pesar de eso, dice seguir luchando por cumplir ese anhelo de devolverle a su sector la tranquilidad que vivía hace algunos años. “Sigo trabajando por reconstruir la Cabecera segura de antes, y que la movilidad también mejore. Con hacer eso podría decir que cumplí con mi deber”.
Esta mujer sabe la importancia de su posición y por eso ha puesto a disposición de su comunidad las cualidades que su padre le trasmitió y las que ha aprendido del que considera el mejor trabajo del mundo, el de ser madre soltera.
“Mi papá siempre fue una persona que se preocupó por el bienestar y de la comunidad y eso me lo trasmitió a mí. Además, ser mamá me ha enseñado fortaleza y eso es lo que demuestro con mi labor”, agregó.
Actualmente alterna su trabajo comunitario con su trabajo como comerciante independiente, y el tiempo que dedica a su hijo y demás núcleo familiar. Agrega que al igual que ella, su pequeño de tan solo 10 años desea ser un líder que trabaje por los bienes comunes.
“Mi niño está siempre atento de todas las gestiones que desarrollo para el sector y le encantan los temas ambientales como lo es la protección del páramo de Santurbán”, completa.
Por eso intenta hacer de la mejor manera cada una de las cosas en pro de su gente para servir, además de dar un ejemplo de liderazgo a su hijo.