No prometa

Nancy Rodríguez Guevara

Editora Gente de Cabecera 

No diga que va a hacer algo sino piensa cumplirlo, o al menos sino va a hacer el máximo esfuerzo por intentar lograrlo.

Aunque en ocasiones existe la intención y se hace el esfuerzo, no se logra lo acometido y finalmente se queda mal.

Por eso, sino está seguro de poder cumplir con eso que prometió, no empeñe su palabra.

Mi padre me enseñó que la palabra tiene valor, mucho más que un papel firmado, que un documento notariado y que un acta con detalles que ni usted mismo recordaría.

Si usted quiere ser tomado como una persona seria y que corresponde con lo pactado, cumpla con la palabra empeñada, con las promesas hechas y los compromisos adquiridos.

¿Cómo?, midiendo sus alcances, comprometiéndose solo con lo que verdaderamente puede cumplir, no usando palabras por usarlas y al final quedando mal con todo el mundo.

No prometa algo que no está seguro que puede hacer. Como diría una bella amiga: ‘No sea parlero’, no hable por hablar, no diga por decir y no se desgaste en prometer.

Si usted manifiesta su interés en hacer algo, existen otras personas que quedan atentas al cumplimiento de su compromiso, lo que significa que usted está generando expectativas en ellos y no está bien que juegue con sus sentimientos.

Siempre que hay promesas en juego, existen personas atentas e involucradas en esas decisiones pendientes, personas que bien o mal dependen o esperan algo de lo que se prometió, personas allegadas que creen en la palabra empeñada y creen que usted también reconoce el valor de una promesa. Si promete, cumpla. Sino, no prometa.