Es necesario aprender a dar las gracias
Nancy Rodríguez Guevara
Editora Gente de Cabecera
No cuesta nada y es muy satisfactorio.
Al empezar el día, qué bueno dar las gracias a su Dios, por permitirle disfrutar un nuevo día en compañía de los seres que ama, por tener un trabajo, un espacio para compartir en familia, para comentar sueños y anécdotas.
Gracias porque podemos disfrutar un día más de vida, porque podemos ver la magia de nuestra existencia y planear cómo deseamos vivirla.
Gracias, una palabra simple y tan compleja a la vez. Un gracias a tiempo arregla el daño causado por una mala actitud.
Hay que enseñarles a los jóvenes el verdadero significado de esta palabra. Hay que enseñarles a dar las gracias a la persona que le sirve sus alimentos, a quien lo recoge para llevarlo al colegio, a quien lo atiende en la cafetería, a su amigo, a su ‘profe’.
Hay que ser agradecidos con la vida, con los amigos, el vecino, la familia, que día a día están ahí para dar una voz de aliento, para ofrecer un consejo.
Por eso, hoy quiero dar las gracias a la Selección Colombia de Fútbol, que durante su participación en el Mundial de Rusia nos dio alegrías, emociones, una razón para reunirnos en familia, con los amigos, los compañeros de trabajo, celebrar con gritos en algunos casos, y llanto en otros.
Sí, los colombianos nos unimos en una sola voz y gritamos de emoción al unísono. Amamos a Pékerman, a Mina, a Cuadrado, al Tigre Falcao, a James que no jugó, y a cada uno de los integrantes de este maravilloso equipo que logró lo que nadie había logrado en mucho tiempo: Unificar una emoción alrededor de un solo personaje ‘La Selección’.
Este cuadro tricolor nos enseñó qué es guerrear hasta el último segundo, y ‘caer’ con dignidad. Salimos del Mundial de Rusia, pero con la certeza de que estamos entre los mejores del mundo. ‘Gracias mi Selección’.