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Cómo salir de deudas sin morir en el intento

Muchos hemos experimentado lo que es tener una deuda que se sale de control.

Ya sea porque sobrevaloramos nuestra capacidad de pago, por préstamos informales a algún amigo o familiar, o porque no pusimos suficiente atención a la tasa de interés, las deudas crecieron y saldarlas se ve cada vez más lejano.

Para poner en marcha un plan y quedar a paz y salvo, el entrenador financiero Luis Fernando Vásquez Fuentes presenta algunas recomendaciones generales, resaltando que no existe una “fórmula mágica”.

“No hay ningún secreto para salir de deudas, simplemente requiere, como todo, esfuerzo y disciplina. Por ello es muy importante que para empezar te fijes mentalmente un propósito que te motive, un objetivo que te estimule a ser constante y que sea superior a la simple recompensa que te dan las compras pequeñas”.

1. No contraer más deudas. Ninguna “hemorragia” se cura abriendo otra herida, así que si el objetivo es superar la angustia de tener que repartir todo su dinero a fin de mes sin que lo pueda “disfrutar”, debe comprometerse con usted mismo y su bienestar, diciéndole No a contraer más deuda, al menos mientras mejora su capacidad de pago.

2. ¿Cuánto debo? Increíblemente, la mayoría de la gente que sufre por no poder pagar a tiempo sus obligaciones no sabe cuánto debe en total, a cuánto ascienden sus obligaciones. Para esto, es imprescindible sentarse, papel y lápiz en mano, cuenta por cuenta, extracto por extracto, para totalizar sus obligaciones. Debe tene claro no solo el valor de las cuotas sino fundamentalmente el valor total de todo lo adeudado.

3. Maximizar el presupuesto. Con el total de la deuda claro, debe revisar su presupuesto para verificar si tiene algún disponible que pueda usar; o para identificar cuáles gastos suprimir o reducir en este momento de emergencia financiera. La clave es la organización y la planeación, con el fin de determinar si puede adquirir nuevos compromisos de pago para salir de deudas más rápido.

 

Es muy importante responderse: «¿Qué hice para meterme en este enredo?» Para tener una solución duradera es fundamental revisar los hábitos que lo llevaron a la deuda, y cómo corregirlos para no ‘cavar dos veces el mismo hoyo’.