Sentir nuestro planeta
Paola Bernal León / Editora Gente de Cabecera
Todo lo que llevamos al centro del corazón nos importa. Y la gran pregunta a hacernos es qué tanto llevamos nuestro planeta a ese lugar. Todo lo que cala en nuestro ser se llena de importancia, por eso es fundamental que llevemos allí nuestro medioambiente.
Qué tanto nos duele ver las playas de nuestro país con rincones de basura, esa misma que producimos a diario. Me duele ver una bolsa plástica en el mar, esa de la que termina alimentándose un animalito al que se le atenta su hábitat. En estas vacaciones tuve que recoger un par de ellas y darme cuenta de la gran labor que nos compete a todos.
Es nuestra responsabilidad saber cuántos desechos estamos entregándole a diario a nuestro planeta.
No se trata de ser acumuladores, al contrario, de comprar lo necesario, de elegir las propuestas del mercado que me venden el mismo producto en presentaciones diferentes al plástico, y reutilizar el recipiente.
Y es que cada vez son más las iniciativas de los empresarios preocupados por no entregarle más basura al planeta. Actualmente se elaboran pitillos, platos y papeles parafinados a base del bagazo de la caña de azúcar, por citar un solo ejemplo. Los restaurantes deben ponerse la mano en el corazón, y también en sus bolsillos, y preguntarse qué tantas montañas de desechos aportan desde su actividad comercial.
Barichara es uno de los municipios donde se está dando ese cambio. Hace poco leía un eslogan bastante diciente en uno de sus sitios comerciales: “sin plástico sabe mejor”.
Es nuestra tarea con el planeta también responsabilizarnos por la basura que emite cada uno de nuestros hogares. La apuesta es de todos.