¡Mi gato sufre de posvacaciones!
Terminan las vacaciones y con ello llegan las rutinas diarias, ¿pero para los gatos haber salido de su casa durante un largo periodo, es igual de reconfortante que para el humano? La médico veterinaria Andrea Acosta asegura que este “es un animal único, independiente, no le gustan los cambios, tolera la soledad transitoria perfectamente, ama su casa, por esto se aconseja que el felino se quede en ella; sin embargo si es un lugar de vacaciones habitual que él conoce bien, se siente bien y desde cachorro está acostumbrado a ir, entonces estará perfecto”.
Agregó que “es fácil tener gatos en casa pero es más difícil cuidarlos en un lugar diferente a su hogar, así como de gran responsabilidad tenerlo en una guardería de gatos, ya que los dueños del lugar deben estar monitoreando cuántas veces han defecado, orinado, comido y bebido”.
Explicó además que “estos son animales que se estresan fácilmente cuando dejan su casa, cambiando su comportamiento al regresar a su hogar habitual, ya que el estrés colapsa todos los sistemas. Debido a esto, se podrían desarrollar algunas patologías como el hecho de volverse huraños (se esconden y le huyen a las personas) o muy pasivos, porque podrían estar padeciendo alguna infección”.
Es por esto que se recomienda hacer un completo examen físico que incluya también exámenes de laboratorio por el veterinario de confianza. Un gato se siente enfermo y no nos damos cuenta, así que las preguntas a realizarnos son las siguientes: ¿Las articulaciones le duelen? ¿Sus movimientos son diferentes?¿Tal vez hizo en la gatera movimientos a los que no estaba acostumbrado porque otro gato lo persiguió? ¿Tiene algún tipo de infección? Se debe revisar columna, cadera, sistema urogenital, sistema gastrointestinal, respiratorio, tomar RX de columna y cadera, si es necesario.
La enfermedad más común puede ser la falla renal, por motivos como que no le gustaba el agua, o casos de lipidosis porque no comió bien, no defecó o no orinó porque no le gustaba la arena del otro lugar.
-Conseguir a alguien que esté pendiente de su gato todos los días, máximo día por medio. La persona encargada deberá jugar con la mascota si se lo permite.
-Juguetes seguros para él, evitando que se pueda atorar.
-Gimnasio o lugar acostumbrado para ejercitarse.
-Ventanas cerradas y balcones seguros.
-Asegurar sus necesidades básicas de alimentación, higiene, hidratación y espacio adecuadas.
-Asegurar la arena preferida por el gato.
-Número del veterinario de confianza.
-Dosis diaria de agua fresca y comida para el gato.