En el Día de las ciudades
Paola Bernal León / Editora Gente de Cabecera
El pasado martes 31 de octubre se celebró el Día Mundial de las Ciudades, establecido por la Organización de las Naciones Unidas, ONU.
Y la pregunta a hacernos todos hoy es: ¿Qué hace especial una ciudad? Por supuesto su riqueza natural, su idiosincrasia, su arquitectura y todo lo que puede darle identidad a su gente. Lo anterior se vuelve un sello especial, es eso que se extraña cuando no se está en el país o en la región, porque es especial esa sensación de “sentirse en casa”.
El problema se da cuando no surge ese querer, cuando no se tiene esa calidez, cuando la persona no se identifica, cuando no hay un arraigo por la ciudad. Y es eso lo que lleva a muchos a no interesarse por su cuidado, su desarrollo, por su crecimiento.
A veces no se conoce siquiera la ciudad, no hay interés por su historia, por el nombre de sus calles, de sus parques, pero ante todo, no hay respeto.
Necesitamos empezar a hacer la tarea, pues sorprende ver cómo en otras culturas es tanto el amor por sus ciudades natales que todo habitante resulta un verdadero historiador, veedor y defensor de lo que es suyo.
Debemos aprender de otros que luchan por preservar el patrimonio, que trabajan a diario por hacer cambios reales en la ciudad.
¿Podríamos decir a viva voz que conocemos el departamento, de dónde venimos, el lugar en el que nacimos? ¿O por el contrario nos rajamos en el rol de ciudadanos?
¿Es capaz usted de defender su ciudad, a pesar de los problemas que pueda tener? ¿Es usted hospitalario o todo se queda en el lema de “quien pisa tierra santandereana es santandereano?