Control en los semáforos
Paola Bernal León / Editora Gente de Cabecera
Resulta complicado detenerse en los semáforos en rojo. No porque llevemos afán o porque queramos irrespetar la señal de tránsito, sino por las personas que de manera desobligante se dedican a limpiar los vidrios de los carros.
Cada vez es más la agresividad o la mirada intimidante cuando nos rehusamos a que ‘nos empañen’ los panorámicos. Algunos limpiadores de vidrios están utilizando estrategias para distraer al conductor, como por ejemplo, empezar por el vidrio trasero, o esconderse entre vehículos y lanzar desde los extremos el jabón que llevan en sus botellas.
Me pregunto, ¿quién nos garantiza la seguridad al volante en cada semáforo?, ¿qué podemos decir las mujeres, quienes nos vemos vulneradas con malas palabras por parte de quienes han hecho de este negocio una obligación?, ¿quién responde por la pintura del vehículo dañada?, ¿o por un golpe que le den al auto por negarse a este servicio?
Esto, sin dejar de lado a personas en condición de indigencia, quienes golpean las llantas con palos. Los semáforos se están volviendo puntos de inseguridad; justo en el momento que cambiaba la luz de rojo a verde vi cómo un hombre se lanzaba hacia una mujer que se movilizaba en moto, y le robaba su celular. En otra ocasión, la víctima fue una señora que llevaba su vidrio abajo y le fue hurtada su cadena.
El llamado es a las autoridades con el fin de que realicen controles en los semáforos. Sabemos que existe la campaña de la Policía Nacional “no dé papaya”, pero necesitamos también medidas que garanticen la tranquilidad del ciudadano. Que esta situación no pase a castaño oscuro y tengamos que hacer plegarias durante el semáforo en rojo.