No más excusas para actuar bien

Paola Bernal León / Editora Gente de Cabecera

 

Son muchos los que piden ante la puesta en marcha de una nueva medida que se haga un proceso pedagógico.

Y hay quienes así lo exigen tras el no uso de las bolsas de plástico, y lo solicitan también con la aplicación del Nuevo Código de Policía. Por supuesto, siempre serán de gran ayuda que haya procesos formativos que acompañen el cambio, pero en los anteriores casos no veo cuál sea el proceso educativo que deben implementar las ciudades, si esto no es más que la aplicación de valores, por un lado, y consciencia por el otro.

Serán importantes las campañas que refuercen dichas medidas, pero no por ello, es menester ni obligación solo de los gobiernos tener que implementar procesos educativos, si esto viene de casa, y del interés personal que nosotros le demos a la transformación social, al cuidado ambiental y a la búsqueda de una mejor convivencia.

Veo cómo muchos se preguntan a manera de broma, si al pagar la bolsa de plástico no se está dañando el planeta. Ese no es el punto en el que nos deberíamos quedar, ya que se requiere ir más allá de la simple forma y entender que el proceso debe darse cuanto antes si queremos salvar nuestros océanos.

Con el Código de Policía es igual; aunque muchos se preguntan cómo llegarán a sancionar a tantos ciudadanos incultos, el objetivo es que entendamos que no necesitamos tener un agente en cada esquina para respetarnos unos a otros.

Vaya más allá de esas apreciaciones y entienda que la ciudad necesita orden, mucho orden y ante todo, mucha voluntad por parte de sus habitantes para que se conviva mejor. Tomar acciones favorables para todos no da espera.