Ailin Saray Durán Rojas, una ‘grande’ del tenis santandereano

Diana Lucía Díaz Patiño/GENTE DE CABECERA

 

 

A Ailin Saray Durán Rojas le faltan apenas unas semanas para cumplir 10 años, pero le sobran triunfos en el deporte que le apasiona: el tenis.

“Me encanta practicar este deporte y competir. Disfruto lo que hago”, dice emocionada la talentosa deportista.

Desde que tenía 5 años practica el tenis, y de manera profesional, desde que tenía 7.

“Desde pequeña estaba en las canchas”, cuentan Henry Durán y Luxy Rojas, sus padres, ya que Henry practica también el tenis desde antes de que naciera su hija.

Actualmente, con mucha disciplina, Ailin dedica entre 4 y 5 horas diarias a su práctica deportiva, que incluye clases personalizadas y de entrenamiento físico.

Su dedicación ha rendido numerosos frutos: recientemente fue convocada para representar a Santander en el próximo Interligas de Tenis, el torneo más importante por equipos en Colombia, que se jugarán en Pereira a finales de este mes.

Además, solamente en lo corrido del año, ha obtenido 3 títulos de Campeona y 2 de subcampeona en diferentes competiciones locales y nacionales.

En su corta pero fructífera trayectoria, ha participado en torneos en Bogotá, Medellín, Pereira, Cúcuta, Ibagué, Pasto, Villavicencio y Bucaramanga.

“Energía, emociones, disciplina, deseos y actitud”, cuenta Ailin, son las principales sensaciones que le transmite el tenis.

Para sus padres, ante todo representa un gran orgullo, “porque a ella se le ve bastante la disciplina. Y nosotros hacemos todo lo posible y ojalá lo imposible, porque ella se imagina y nuestro objetivo también es que ella se desarrolle profesionalmente en ese deporte”, dice su mamá.

Su gran pasión

Su primera experiencia compitiendo, así como su primer trofeo, lo obtuvo en una Copa Milo, cuando tenía 7 años. Ailin cuenta que ese día sintió “emoción, ganas de seguir entrenando y de viajar a competir”.

Esa, dice Luxy, se ha vuelto una de las principales motivaciones de la pequeña.

“Su motivación más grande es la competencia: ir, jugar, disfrutar, ver que lo que hace se siente bien. Es lo que más le infundimos, que disfrute lo que hace”.

Y aunque Ailin también ha practicado natación, patinaje, porrismo y hasta ballet, donde ha demostrado su espíritu competitivo, se quedó con el deporte blanco. “Ella ama el tenis, incluso dibuja y hace muñecos relacionados con el deporte”, cuenta Luxy.

Por eso, Ailin no vacila al responder qué es lo que sueña para su futuro: “Seguir preparándome para ser la número uno en el país y llegar a jugar en los Grand Slam del mundo”.

Fabián Eduardo Bohórquez, quien hace más de un año es su entrenador personal, confirma que la niña va por buen camino para hacer este sueño realidad.

“Siendo tan joven es muy fuerte y muy talentosa. En estos momentos está jugando torneos grado 3 y 4, en la categoría de 12 años, es decir, en una categoría avanzada para su edad. Su desempeño es muy bueno (…) y ha hecho muy buen papel en los campeonatos que ha participado”.

Entre sus principales fortalezas está su golpe de derecha y su buen nivel físico, resalta Bohórquez.

Triunfos, también académicos

Ailin Saray cursa Cuarto grado en el Colegio Psicoedagógico Carl Rogers. Su jornada escolar inicia a las 6:30 a.m. y finaliza hacia la 1:00 p.m.

Antes de las 3:00 p.m. ya debe estar lista para iniciar su entrenamiento deportivo y solo hasta la noche tiene algo de tiempo libre para adelantar sus tareas escolares.

Esto, sin embargo, no ha sido un obstáculo para ocupar siempre los primeros puestos en el Cuadro de Honor y obtener excelentes calificaciones, sobre todo en inglés, su materia favorita.

Ante la pregunta de cómo hace para cumplir con todo, de manera muy tranquila Ailin responde: “En las mañanas estudio, en las horas de la tarde entreno y en las noches cuando llego hago las tareas. El colegio me ha brindado un apoyo muy especial”.

Su mamá agrega: “Es una niña muy ejemplar, ocupa los primeros puestos en el colegio a pesar del poco tiempo que tiene para dedicarle a su estudio. Ha recibido un gran apoyo en el colegio, ya que el deporte requiere estar viajando continuamente”.