Derecho a la vida
Paola Bernal León / Editora Gente de Cabecera
Aterrada me encuentro ante las noticias que acompañan asesinatos y maltrato físico y sexual hacia nuestros niños. Aberrante. Determinar la magnitud del dolor es imposible, sobre todo cuando nos hacemos la pregunta: ¿qué está pasando con nuestra sociedad?
De igual forma resulta sorprendente que el juego llamado ‘el reto de la ballena azul’, proveniente de Rusia, esté llevando a nuestros adolescentes al suicidio. El joven se encuentra en internet con 50 retos como dibujarse una ballena mediante cortes en su piel, ver una película de terror en la madrugada o subirse a un edificio alto y permanecer allí por largo tiempo, superando el miedo a la altura.
Ya se registró un caso en Colombia, donde una niña falleció mediante ahorcamiento. Su mamá le contó a los medios de comunicación que encontró en su celular unas capturas con el paso a paso de cómo crear una soga.
Padres de familia, por favor, más cuidado con sus hijos, sepamos dónde están, qué hacen, quiénes son sus amigos, pero ante todo qué sienten, qué quieren, qué preguntas tienen ante el mundo.
En una conferencia a la que asistí sobre desarrollo personal me quedé con una bonita sugerencia: ¿qué tanto se sientan padres e hijos a cenar? ¿Cuántas veces lo hacen a la semana? Aunque resulte curioso, este acto es una forma de demostrarle a los hijos el concepto de familia y alejarlos de drogas y otros detonantes que acaban con el tejido social.
Engendremos hijos con amor, basemos la crianza en el respeto, démosle sentido de pertenencia, vínculos y entendamos la gran responsabilidad que tenemos en la construcción de sociedad. Reaccionemos por nuestros niños y adolescentes, tienen derecho a la vida.