‘Queremos un servicio eficiente’
Alejandro González / Periodista del Barrio
Me siento realmente molesto con la falta de sentido común que tienen los dirigentes de Metrolínea, todo el sistema es bastante absurdo, y la decisión de dejar a Pan de Azúcar fuera del servicio, también lo es, dejando de lado lo insensata que fue la solución, al creer que brindando el servicio en estos horarios de 5:00 a.m. a 9:00 a.m. y de 4:00 p.m. a 8:00 p.m. se solucionaban las quejas.
Soy estudiante y al igual que muchos otros residentes, porteros, y personas que prestan el servicio en la zona, no tenemos horarios convencionales de oficina, ¿alguien sabe, cómo se les ocurrió que aquí solo viven o trabajan personas que usan el servicio en los horarios acotados?
He estado esperando el servicio en los horarios en que pasa por mi barrio y me he encontrado hasta con 3 buses seguidos, lo cual no tiene sentido (claramente por este tipo de cosas es que no veían los buses a reventar, si no hay orden en los horarios, claramente el primero sube lleno y los otros dos lo alcanzan).
También he estado desde las 8:30 a.m. en el antiguo Kokoriko de la 33; llegan las 8:50 a.m. y me llevo la sorpresa de que ya no sube a Pan de Azúcar y no me queda otra solución que subir caminando, al igual que bajar caminando cuando salgo a clases de 2:00 p.m. solo para no darle el gusto a los más de 10 motociclistas que en esta semana se me han acercado a ofrecerme mototaxi.
Queremos un barrio seguro, sin piratería, y eso solo se logra con un servicio eficiente. Es un problema que se soluciona tan fácilmente, pero el diseño del sistema es tan ridículo que no les cabe en la cabeza pensar en una solución más estable.
Primero que todo esto es un sistema, el hecho de que suban y bajen 500 personas de la Cumbre y aquí 100, no debería ser un problema, si el servicio está administrado correctamente.
Segundo, esto es un bus alimentador, la idea es que recoja personas rápidamente y las lleve a los trayectos troncales, como funciona en Bogotá. No debería haber lentitud con cada persona pagando su pasaje, sino subiendo rápidamente y se paga al llegar a los buses troncales.
Tercero, este bus debería alimentar y acercar al sistema a los barrios de Terrazas, El Jardín, La Floresta y Pan de Azúcar. Su función debería ser arrancar en la carrera 33 con 48, hacer su recorrido normal, acercarse más a la Floresta y llegar rápidamente a la 52 con 33 evitando el típico trancón de 15 minutos en la 56, para volver a la 33 y subir por la 48.
Que funcionen dos o tres alimentadores y así, mientras uno esté arriba recogiendo, el otro esté bajando dejando personas, se soluciona este problema, sería un servicio rápido y eficiente, y estando ya en la 33 cada persona toma la ruta que necesita dentro del sistema.
Querer que un bus que es alimentador vaya por toda la ciudad, al Centro, a la Joya, al otro extremo oriente para cubrir costos, es ridículo.
Nota de la Redacción
Claudia García, Directora técnica de operaciones de Metrolínea, precisó que actualmente el servicio de transporte hasta Pan de Azúcar se está prestando durante todo el día, con una frecuencia de 20 a 30 minutos.
“El usuario (que va hasta Pan de Azúcar) debe acceder a la ruta AB1, la que siempre ha existido y en su panel frontal dice: La Joya – Pan de Azúcar”, explicó la funcionaria.
Por el contrario, el bus que dice AB1A, solamente cubre el trayecto La Joya – Terrazas y tiene una frecuencia de 15 a 20 minutos.
García no especificó horarios ya que estos pueden verse afectados por otras variables como trancones e incluso las variadas marchas que se han presentado en días recientes.
Ante la inquietud de algunos usuarios que afirman que entre los mismos conductores hay confusión, la funcionaria explicó: “Ellos se aprenden su propia ruta pero no la del bus que va antes o después”. Insistió, por lo tanto, que “la clave es leer el letrero de cada bus”. Y agregó: “Todos los cambios están sujetos a evaluación y se les hace seguimiento constante”.