Diseños que comparten ‘Alegría’
Los diseños y productos de la colección ‘Alegría’ pueden verse en la fan page Cata Arango U – Arte. – Fabián Hernández/GENTE DE CABECERA
Aquellos dibujos que María Catalina Arango Uribe realizaba durante sus ratos libres, y algunas veces en sus clases de Administración de Empresas en la Universidad Autónoma de Bucaramanga, ha pasado a ser una de sus mayores pasiones.
Los trazos a mano alzada que eran inicialmente muy sencillos, hechos sólo a lápiz, con el tiempo adquirieron mayor complejidad y color, hasta llegar a ser lo que hoy se conoce como Mandalas, figuras originarias de la India utilizadas para la meditación, la concentración e incluso como ejercicio terapeútico.
“Yo no tenía conocimiento de que las mandalas existían y alguien me dijo que eso era lo que yo hacía, por la complejidad de mis dibujos”, relata María Catalina.
La cultura de la India, sin embargo, siempre le fascinó e inspiró.
“Me gustan mucho los mosaicos de la cultura de la India, en los pisos, en los templos, me gustan los caleidoscopios… todo lo que sea la simetría me parece espectacular, me fascina y pienso que eso de alguna manera influenció el camino o la evolución que tuvieron los dibujos”, comenta la artista.
Un sueño se materializa
Pero no se trataba solo de una afición. El talento y creatividad de Catalina fueron evidentes para sus familiares y amigos.
“Desde que empecé a dibujar me decían: ‘Le quedan divinos, hágame un cuadro, enmárqueme este diseño…’ y entonces empecé a pensar que sí quería hacer algo. Pensaba en mil usos que podría darle, pero se quedaba en planes”.
Este año, su proyecto dio un gran paso. Catalina presentó su marca y su primera colección llamada ‘Alegría’ y compuesta por 35 diseños plasmados en individuales, portavasos y tablas queseras que también se pueden usar como centros de mesa.
“Le llamé a la colección ‘Alegría’, porque los colores son muy vivos, son los colores con los que yo empecé a trabajar (…) en esta colección particularmente, quiero llenar de vida las casas”.
Sus diseños, que siguen siendo realizados totalmente a mano alzada, aún le ‘roban’ el tiempo libre a Catalina, quien trabaja en el área comercial de una empresa, pero planea, en un futuro, dedicarse cien por ciento a su arte.