Daños e inseguridad en parque La Loma
Pierre Boutin y Nora Esteban / Periodistas del Barrio
Hace dos semanas, varias plantas y árboles del Parque La Loma, situado arriba en prolongación del Parque Los Leones, en la carrera 40 con calle 41, se vieron dañadas: troncos cortados con machete y ramas botadas en el pasto.
Eso fue obra de los habitantes de la calle que se adentran en el parque y pasan la noche en algunos de los senderos, bajo techos improvisados con palos, hojas, plásticos, entre otros.
Primero, la autoridad no debería permitir que esas personas se adueñen de un parque público, incrementando la suciedad y la inseguridad, y eso se nota en la preocupación de las personas que, para llegar a la carrera 41, suben por las escaleras en varios momentos del día y noche. Sobre todo, señoras solas que laboran en los nuevos edificios del barrio.
En cuanto a la suciedad, se nos hace imperdonable que las autoridades no solo no cumplan con su responsabilidad de velar por la seguridad y el mantenimiento normal de estos espacios, vitales en cualquier ciudad sostenible, sino que también toleren la irresponsabilidad de las constructoras presentes en el sector y cuyos empleados y obreros invaden ese pequeño pulmón de la ciudad, para botar todos los desechos de sus almuerzos. Para esos constructores, controlar el comportamiento no cívico de sus trabajadores debería ser una prioridad, un compromiso y una obligación con el vecindario.
Sería bueno reclamar que se ponga orden a esta situación antes de que pase a mayores y que sencillamente, este parque semisilvestre, se convierta en un peladero.
Sin mencionar que el parque está constantemente frecuentado por fumadores de marihuana: desde personas solitarias, muchas veces con el torso desnudo, hasta grupos de 5 o 6 personas, tanto en la parte alta como la parte baja del parque, ocasionando riesgos de inseguridad así como atentando a la salud pública por las nubes de humo que sueltan, provocando fuertes irritaciones al respirarlos.
Muchos de estos adictos, casi todos jóvenes, padecen de fuerte tos. ¿Será realmente medicinal este hábito de fumar? Si la distribución de esta yerba es ilegal, ¿por qué es legal fumarlo en público? ¿Por qué el ciudadano común y corriente tiene que convertirse en fumador pasivo cada vez que pasa o se pasea por el parque?
Agradecemos lo que ustedes, como medio de comunicación entre los ciudadanos y las autoridades, puedan hacer para que todos sin excepción, tomemos conciencia y encontremos una solución a esta situación tan triste que convierte a Bucaramanga, de la Ciudad de los parques más desaseados de Colombia a la Ciudad de los parques en decadencia, dañando hasta su imagen turística.
Nota de la Redacción
Voceros de la Policía Ambiental del Área Metropolitana de Bucaramanga indicaron no tener conocimiento de esta situación, por lo que entrarán a revisar el parque y los daños allí ocasionados.
Además, invitaron a la ciudadanía a denunciar estos hechos a las líneas 6338056 y 350 3403033, habilitadas de 8 a.m. a 8 p.m.