‘La velocidad no es un juego de niños’
Las víctimas de accidentes de tránsito llegaron a 50.574 en 2014, según los más recientes reportes del Instituto Nacional de Medicina Legal. De estas, 12,66% fueron víctimas fatales.
Por esto, el Centro de Experiencia y Seguridad Vial Colombia, Cesvi, advierte sobre las consecuencias a las que se enfrenta en la vía, un conductor que no mesura la velocidad con la que transita.
“Algunos conductores consideran que el hecho de conducir un vehículo nuevo con adelantos tecnológicos de seguridad pasiva como airbags, cinturones con pretensores pirotécnicos, sistemas de frenos ABS o sistemas electrónicos de estabilidad ESP, entre otros, los convierte en inmortales y creen que ante una colisión su integridad física y su vida no están en riesgo, lo cual no es totalmente cierto”, aseguran los expertos de Cesvi.
El frenado
El conductor debe considerar que ante un evento imprevisto tardará aproximadamente de 0,75 a 1 segundo en reaccionar, es decir, en levantar el pie del acelerador y accionar el freno.
Esto significa que a 60 km/h (o sea 16,6 m/s), si el conductor tarda 0,75 segundos en reaccionar, el vehículo se desplazará 12,45 metros antes de accionar los frenos.
Además, en el frenado influyen también el estado del vehículo y las condiciones de la vía.
Velocidad y visión
Con relación al campo visual es conveniente entender que, a mayor velocidad, menor área de visión nítida.
Entonces, a mayor velocidad, el conductor tiene más dificultad para identificar con nitidez lo que hay en el entorno de la vía, como las señales de tránsito, los peatones, ciclistas y demás condiciones de la ruta.
Además, hay que considerar otros aspectos que representan un distractor para el conductor, como manipular el radio, contestar el celular, mirar un objeto o persona fuera del vehículo, los cuales llevan a desatender la vía entre 2 a 4 segundos y generar un alto riesgo que se incrementa al ser mayor la velocidad a la que se circule.
En conclusión, el conductor debe interpretar de la manera más responsable las exigencias que le presenta la vía y actuar conforme lo requiera para conducir siempre de manera segura.
El conductor percibe que al aumentar la velocidad disminuye el tiempo que requiere para desplazarse de un lugar a otro. Sin embargo, no es consciente del riesgo al que está expuesto. Por ejemplo, caerse caminando a 5 km/h puede generarle lesiones e incluso la muerte a una persona; entonces, ¿cuál puede ser la probabilidad de vida para un conductor que sufre un accidente en su vehículo a una velocidad de 80 km/h? En muchas ocasiones, desconocer los efectos que genera la velocidad en aspectos básicos de la conducción como la visión, la concentración y el tiempo de reacción, hace que se tomen decisiones erróneas.
Con una velocidad de 100 km por hora, el conductor tiene un campo visual muy reducido, de 30°; mientras que con una velocidad de 30 km por hora, el conductor tiene un campo visual muy completo, de 100°.
30
metros es la distancia de frenado sobre una superficie húmeda, para un vehículo a 50 km por hora. Si la vía está seca, será de 14 m.
30°
es el (reducido) campo visual de un conductor que va a 100 km por hora.