Ciclistas: las normas de Tránsito también son suyas

El uso de la bicicleta como medio recreativo y de deporte, así como de transporte, ha ido aumentando en Bucaramanga y su área metropolitana.

Desafortunadamente, incrementa ‘al mismo paso’ el número de ciudadanos que consideran que los ciclistas son ‘indiferentes’ hacia las normas de Tránsito.

En efecto, obligaciones como usar siempre casco, no transitar por andenes y portar chalecos reflectores después de las 6:00 p.m., que se establecen en el Código Nacional de Tránsito, comúnmente son incumplidas por los ciclistas.

Diego Moreno, Director de Corporación Ciclaramanga, concuerda con esta percepción.

“Esto se debe al desconocimiento que las personas tienen de la normatividad… Se tiene la creencia generalizada de que la bicicleta está por encima del Código de Tránsito y que por lo tanto no se deben respetar semáforos, hacer pares, usar los elementos de protección básica, respetar los sentidos de circulación, los espacios para transitar, las cebras peatonales, entre otras medidas”.

Moreno también cree que puede deberse a que muchas personas conciben la bicicleta o el ciclismo como un juego.

“Se tiene un desconocimiento profundo de lo que significa montar en bicicleta en la ciudad como medio de transporte, ignorando por completo cuáles son los deberes y derechos que se tienen como ciclista urbano”.

Infracciones

Julián Rojas Mantilla, Coordinador de la Oficina de la Bicicleta dijo que una de las faltas más comunes suele ser la ausencia del equipamiento reglamentario: casco, chaleco, y luces (blanca delantera y luz roja trasera).

Pasar el semáforo en rojo y la invasión del espacio peatonal son también faltas recurrentes.

“Sin embargo, como dato informativo, en diferentes países del mundo hay normativas que son flexibles con ello, y permiten que el ciclista pase el semáforo en rojo, siempre y cuando no vengan vehículos o la distancia a la que se encuentren con relación al ciclista sea segura para su paso”, explicó el funcionario.

Por otra parte, destacó las infracciones que los conductores de vehículos cometen hacia los ciclistas.

“Quizás la mayor infracción es el prejuicio mental de pensar que el ciclista no tiene derecho a transitar sobre la vía, entendiéndose como un vehículo más que comparte la calzada, y el cual además es más vulnerable”.

Esta intolerancia provoca muchas veces que los conductores no conserven la distancia adecuada o acorralen a los ciclistas al intentar ‘pasarlos’.

“Una distancia técnicamente necesaria para adelantar a un ciclista debe ser de 1.5 metros”, precisó Rojas Mantilla.

Falta infraestructura

Evidentemente, el modo como la ciudad fue pensada y diseñada no le deja actualmente mucho espacio a las bicicletas. La ciclo-infraestructura es prácticamente inexistente.

“Existe menos de medio kilómetro de ciclorrutas, y los corredores aislados en los diferentes municipios no corresponden con la realidad de uso, ni permiten un tránsito coherente, directo, conexo, atractivo y cómodo para los biciusuarios”, explicó el Coordinador de la Oficina de la Bicicleta.

Esto se debe a que la consciencia sobre la importancia de la bicicleta para la movilidad urbana es muy reciente.

“La movilidad incluyente y el desarrollo urbano sustentable reconocen y afirman que la bicicleta debe ser prioridad y estar incluida en el planeamiento urbano de las ciudades, la prohibición nunca es una solución ni una respuesta inteligente”, puntualizó Julián Rojas, a la vez que es prioridad actual para la DTB “fortalecer la movilidad de los modos de transporte no motorizados haciendo especial énfasis en los peatones y el ciclista”.

Más pedagogía

Diego Moreno anota, como opción más inmediata, que se haga pedagogía desde las instituciones gubernamentales, privadas y ciudadanas.

“Es muy necesario e importante empezar a educar sobre estos temas, empezar a empoderar a los ciclistas y enseñarles que no es necesario asumir una actitud defensiva (o en algunos casos irresponsable) cuando se transita por la ciudad (…) Educación y pedagogía son elementos muy importantes en una ciudad ciclo incluyente y deben ir de la mano con la infraestructura”.

Lo que establece el Código Nacional de Tránsito

-Conductores y acompañantes deberán utilizar casco de seguridad. La no utilización del mismo dará lugar a la inmovilización del vehículo.

-Conductores y acompañantes deben vestir chalecos o chaquetas reflectivas cuando se conduzca entre las 6 p. m y las 6 a. m., y siempre que la visibilidad sea escasa.

-Transitar por la derecha de las vías a distancia no mayor de un metro de la acera u orilla y nunca utilizar las vías exclusivas para transporte público.

-Los conductores que transiten en grupo lo harán uno detrás de otro.

-No deben sujetarse de otro vehículo o viajar cerca de otro de mayor tamaño que los oculte de la vista de los conductores que transiten en sentido contrario.

-No transitar sobre andenes y lugares destinados al tránsito de peatones.

-No adelantar a otros vehículos por la derecha o entre vehículos que transiten por sus respectivos carriles.

-Cuando circulen en horas nocturnas, deben llevar dispositivos en la parte delantera que proyecten luz blanca, y en la parte trasera, que emitan luz roja.

‘No se permiten bicis’

Desde el 13 de marzo de 2003 existe una resolución «por la cual se prohíbe el tránsito de Bicicletas o triciclos en determinadas vías del Municipio de Bucaramanga». Las vías prohibidas en el sector de Cabecera y sus alrededores son:
-Cra. 27 entre Av. Quebrada Seca y Puerta del Sol
-Cra. 33 entre Quebrada Seca y Viaducto la Flora
-Cra. 36 entre calles 34 y 56
-Cra. 35 entre calles 34 y 52
-Cll. 56 entre carreras 36 y 17
-Avda. González Valencia entre calles 45 y 56
-Cll. 36 entre carreras 11 y 33.
Tampoco se permite el tránsito de bicicletas en:
-Cra. 15 entre Avda. Quebrada Seca y Puerta del Sol

-Cra. 21 y 22 entre Avda. Quebrada Seca y Cll. 56
-La Rosita entre la Diag. 15 y Cll. 36
-En la Autopista Bucaramanga – Florida entre Puente Provenza y Pta. del Sol.
-Autopista Bucaramanga – Girón entre Puente El Bueno y Puerta del Sol.
Se exceptúan las zonas que en determinados días y horas se dediquen a recreovías y competencias deportivas autorizadas. Esta resolución también determina multas equivalentes a quince (15) salarios mínimos legales diarios vigentes si no se acatan estas restricciones.