Las comparaciones son odiosas…
Paola Bernal León / Editora Gente de Cabecera
…Pero a veces tan necesarias. Sobre todo si las usamos como referentes para mejorar. De eso se trata, de seguir ejemplos que con constancia propendan siempre por el bien común y le den un avance a sus sociedades.
En esta oportunidad la comparación es con Medellín, una ciudad que no solo cuenta con el mejor sistema de transporte público del país y un completo esquema de ciclorrutas, sino que además se destaca por programas de gobierno que le aportan al civismo.
No se trata de megaobras sino de pequeñas acciones que van calando en la comunidad, como es el caso de las cestas para el depósito de heces de mascotas. Además de la ubicación de cestas exclusivas para dicho uso por parte de las administraciones locales, se ha despertado el interés de algunos emprendedores, quienes avanzan en la transformación de estos residuos para compostaje. Por eso cuentan con puntos de recolección en los conjuntos residenciales, y así, todos le aportan al ambiente, a la convivencia y a la limpieza de sus calles.
En Bucaramanga solo avanzamos con unos dispositivos para bolsas, que dejaron de tener vida útil.
Otro de los puntos que llama la atención por estos días en la capital antioqueña tiene que ver con la recuperación del espacio público. Al igual que en ciudades de primer mundo, se le dijo adiós a algunas vías para los vehículos. Serán 7 los tramos exclusivos para que el peatón pueda recorrerlos sin riesgo y sin esmog. Aquí, muchos se negarían pues “lo que necesitamos es vías”. El cambio de chip será necesario algún día, sobre todo si evaluamos los estragos que ya deja el medioambiente. Empecemos a preocuparnos.