¿Qué debe saber del paseador de perros?
Diana Lucía Díaz Patiño / Gente de Cabecera
Las mascotas son un miembro más de la familia, y su bienestar es importante para sus dueños.
Por eso, los paseadores de caninos surgen como una buena opción para brindarle al animal momentos de esparcimiento y ejercicio necesarios.
Si piensa contratar el servicio de un paseador canino, se sugiere:
-Buscar recomendaciones de clientes anteriores y tener todos los datos de contacto a la mano. Igualmente, asegurarse de que el paseador pueda contactarlo ante cualquier eventualidad.
-Suministrar información sobre hábitos, necesidades, comportamientos y hasta alergias específicos de la mascota.
-Observar. Un paseador responsable interactúa con la mascota antes de integrarla al resto del grupo, para que se sienta más cómoda y disminuya la posibilidad de que se intimide ante los otros perros.
-El paseador debe contar con un kit de primeros auxilios, además, claro, de palas, bolsas y collares suficientes. También debe portar copia de carné de vacunación de cada perro.
-Estar atento. Al final del paseo, la mascota debería estar cansada pero sobre todo feliz y esto es muy fácil de notar. Si se muestra asustada o desconfiada, no es una buena señal.
Raza pequeña: Llevar máximo 8 perros, 4 en cada mano.
Raza mediana: 2 en cada mano.
Razas grandes: 1 en cada mano.
No se deben llevar perros grandes con pequeños, pues al pequeño le cuesta mantener el mismo ritmo; lo mismo sucede con perros de avanzada edad y perros jóvenes, además de las diferencias de comportamiento.
En Bucaramanga
Orlando Beltrán, presidente de la Asociación Defensora de Animales y la Naturaleza, afirma que a este oficio “hay que reglamentarlo. No es justo que haya paseadores que solo tienen ese oficio por ‘desvare’, pero no tienen ni idea de lo que es manejar un perro y mucho menos tienen sensibilidad o amor hacia ellos (…)
Ese oficio no es para cualquiera y tiene que pasar por filtros muy estrictos, para que se den condiciones de verdadera responsabilidad”.
Bogotá es una de las pocas ciudades del país donde el tema ha empezado a ‘moverse’. Ante el Concejo de dicha ciudad fue aprobado en primera instancia, a finales del año pasado, una propuesta para reglamentar a los paseadores de perros, con el fin de crear un protocolo de seguridad que garantice el bienestar de las mascotas, sus paseadores y los transeúntes que se encuentren con ellos en el espacio público. La propuesta está basada en diferentes artículos de la Constitución Política, la Declaración universal de los derechos del animal, la Ley 746 de 2002 (que regula la tenencia de perros potencialmente peligrosos) y otras sentencias jurídicas relacionadas con la importancia de la relación afectiva entre humanos y animales. El documento reconoce que al paseador le corresponden las mismas responsabilidades del dueño, como recoger los desechos, usar adecuadamente el espacio público y portar el bozal en el caso de las razas que así lo exijan. Igualmente, lo cobijan los derechos al trabajo y al bienestar integral. Por esto, el proyecto de ley mencionado considera indispensable “capacitar a los paseadores de perros sobre las técnicas, métodos y manejo que se debe tener de los animales caninos (…) por ejemplo, llevar grupos de razas compatibles, saber tomar la temperatura de los caninos, inclusive identificar especies vegetales nocivas para el cuidado de los mismos”.