Ventas ambulantes peligrosas en San Pío
A. J. Serrano / Periodista del Barrio
El parque San Pío se ha convertido en un centro comercial ambulante donde impera la ley de la calle, aquella que imponen los vendedores.
La calle 46 es un parqueadero constante y cuando ocasionalmente llegan los agentes de Tránsito son recibidos con insultos e improperios.
Quienes cuidan los carros (están instalados todo el día frente al parque con sillas acomodadas de tal forma que parece la sala de una casa, acompañados de un menor de un año) desaparecen pero vuelven inmediatamente al detectar que los alféreces se han ido.
También se parquean permanentemente en la zona dos carros de comida sin las más mínimas condiciones de sanidad, emitiendo el fuerte olor de la gasolina que contiene un alto porcentaje de monóxido de carbono, siendo este un gas mortal.
Hay también una venta de frutas perteneciente a un local ubicado en la carrera 32 con calle 47. Allí las vendedoras a grito herido claman: “venga mi amor, déjese consentir con tan solo mil pesos estos salpicones” junto a aplausos y más frases de ‘melosería’.
También se perciben en el parque rondas infantiles a todo volumen de un saltarín oxidado e inseguro para los niños, que terminó por secar el poco pasto que existía.
Se puede observar ventas de raspados que incluso traen una caseta con obleas, pinchos, mazorcas, pastores cristianos con un estand de sus más recientes libros, perifoneo de empresas, minutos a celular (que permanecen incluso hasta las 11:00 p.m. con dos niños rubios menores de 6 años, quienes deben soportar la inclemente calle), cigarrillos, chicles y todo tipo de chucherías que en realidad esconden detrás posible venta de alucinógenos.
Es deber de las autoridades pero más aún de la comunidad no contribuir con las ventas ambulantes, ya que estas se tratan de redes de personas que no aportan en absoluto para el desarrollo del país y que en especial crean un círculo vicioso.
Nota de la Redacción:
Dimos a conocer esta situación al Secretario del Interior, Ignacio Pérez Cadena, quien manifestó: “La radiografía del mal estado del parque San Pío es tan cierta como aterradora. Los parques en general están empoderados por inescrupulosos y viciosos, frente a los cuales los demás ciudadanos se ven desplazados. El señor Alcalde Rodolfo Hernández y la Secretaría del Interior, hemos pedido al General Ruiz y al Coronel Rojas en su condición de máximos comandantes de la Policía Metropolitana, redoblar la eficiencia y presencia física de los patrullajes y uniformados presenciales visibles para la comunidad. Esto incluye como prioridad a los parques públicos.
“También se harán operativos de Tránsito y jornadas de aseo y ornato… Los parques son de todos y para todos… No puede haber saltarines o inflables o ferias de lucro para unos pocos. Este lunes (29 de febrero) me posesiono y confío en generar una convocatoria que rescate y garantice la convivencia entre los buenos vecinos, sancionando a quienes persistan en ser piratas de lo público”, dijo el funcionario.