Rumba hasta las 2 a.m., ¿una medida que basta?
Diana Lucía Díaz Patiño / Gente de Cabecera
El próximo martes 15 de marzo, los mandatarios de Bucaramanga, Girón, Piedecuesta y Floridablanca se reunirán con la Policía Metropolitana para definir el nuevo horario nocturno en establecimientos públicos, además de otras medidas como el toque de queda para menores de edad y la circulación de motos.
Específicamente la posibilidad de cambiar el horario para que los diferentes establecimientos como bares, restaurantes y discotecas tengan que finalizar la atención al público una hora más temprano de lo actual, suscita opiniones encontradas.
Es por eso que Gente de Cabecera consultó con algunos habitantes y empresarios del sector para conocer sus opiniones y posiciones con respecto a la medida que se definiría en pocos días.
Una problemática constante
Milena Manosalva, edil de la comuna 12, afirma que la zona crítica cuando se trata de orden público sigue siendo la ‘Zona G’ o ‘Vía de las flores’, aún más conocida como ‘cuadra picha’, por lo que afirma estar completamente de acuerdo con la nueva medida.
“Estaría muy bien, siempre y cuando haya una vigilancia total en el sector, porque la gente sale de los establecimientos y se parquea en los andenes, o en las esquinas de las cuadras, a hacer bulla, a fumar, a seguir tomando y siempre terminan peleando…”.
Por eso, afirma que el respaldo fundamental para la decisión que se tome debe ser un estricto control y constante supervisión por parte de las autoridades al sector, donde, según ella manifiesta, las principales problemáticas a causa de la actividad nocturna de la zona son el ruido, el desorden, la invasión del espacio público y la falta de vigilancia en ciertas zonas, “donde hay gente que sigue la rumba en las calles hasta las 4 y 5 de la mañana, provocando accidentes y riñas”.
Habla el comercio
Para conocer la opinión de los comerciantes y empresarios que se afectarían con la medida, Gente consultó a la Corporación de Las Flores, que integra clientes y propietarios de inmuebles comerciales de la ya mencionada ‘Vía de Las Flores’, pero no tienen una posición oficial en cuanto a la medida.
Sin embargo, algunos de sus integrantes opinan que la reducción en el horario de funcionamiento sí trae beneficios tanto para los habitantes como para los establecimientos.
Esto se explica en que, según las voces consultadas, limitar la rumba hasta las 2 de la mañana representaría ahorros en el funcionamiento del lugar, mayor control sobre el desorden que normalmente se genera en horas de la madrugada, lo cual redundaría también en mejores relaciones con los vecinos del sector, aquellos que en muchas ocasiones se quejan de los continuos ruidos, contaminación y congestión.
‘Debe haber una clasificación’
Pero hay ciertos establecimientos comerciales, como bares y discotecas, que están hechos y pensados para funcionar hasta altas horas de la noche; por eso vale la pena considerar cómo esta nueva medida los afectaría.
Iván Heredia, propietario de un bar del sector, considera esta medida como “mala” e “incoherente”, porque “no es claro que a esa hora se incrementen las riñas, la inseguridad se presenta solo en algunos sectores de la ciudad, entonces no necesariamente hay que poner las mismas normas a todos (…) Se podrían establecer algunas zonas en donde se permita extender el horario y en zonas donde se presente la inseguridad, no”.
Una de las principales justificaciones del empresario es que, si el gobierno local quiere favorecer y fortalecer la industria turística de la ciudad y la región, el sector de la rumba es muy importante y debe desarrollarse de manera organizada, como se evidencia en otras ciudades que son referente turístico en el ámbito nacional y mundial.
De acuerdo con Heredia, la situación que se pretende solucionar en realidad “no es problema de la industria, de los bares. Nosotros queremos que nos dejen trabajar y generar empleo”.
Cultura ciudadana, ¿la respuesta?
Muchos habitantes y empresarios del sector coinciden en que más allá de una restricción en cuanto a horarios, lo que se requiere es mayor cultura ciudadana para acatar las normas establecidas, refiriéndose tanto a los propietarios y trabajadores de los establecimientos comerciales, como de las personas que los frecuentan.
“Las medidas que son coercitivas nunca generan cultura ciudadana y no permiten hacer buenas campañas de educación, tanto al cliente como a los trabajadores, para trabajar en pro de la ciudadanía y de un bienestar que a todos nos interesa”, afirma uno de los empresarios consultados. En consecuencia, asegura, “la gente va a empezar a buscar los negocios informales que no cumplen la ley”.
Tanto la ciudadanía como el sector comercial coinciden en que independientemente del cambio en el horario se requiere mayor control de las autoridades, y proponen otras alternativas para controlar el orden y la seguridad como:
-Clasificación de los tipos de establecimiento, según su ubicación, infraestructura, índice de ruido, etc., para así establecer normas más individualizadas.
-Retenes en zonas estratégicas para evitar accidentes relacionados con el consumo de alcohol.
-Establecimiento de diferentes horarios de acuerdo a la zona y el tipo de establecimientos que allí funcionan.
-Campañas de cultura ciudadana: entregar las llaves, no tomar fuera de los establecimientos y no parquear en zonas prohibidas.
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es el tipo de uso comercial de ‘cuadra picha’, es decir, tanto bares como discotecas son permitidos.