Que no sea una utopía
Paola Bernal, editora Gente de Cabecera ([email protected])
Muchos recordarán esos planes familiares de domingo que tenían un factor común, décadas atrás. La fecha futbolística esperada por todos, el Atlético Bucaramanga jugando en casa, y padres e hijos con las gorras puestas y los cojines en mano, buscando su tribuna y listos para agitar sus banderas auriverdes y disfrutar de un encuentro deportivo en paz. Personas de todas las edades, niños, adultos mayores, todos, sin exclusión, llegando al estadio.
Pero para muchos solo es añoranza, el recuerdo se desvaneció cuando algunos mal llamados“hinchas” perdieron el horizonte, desfiguraron el concepto, a tal punto de alejar a las familias de las tribunas.
Este año, cuando el equipo local retorna a la A y se acercan las primeras fechas futbolísticas, debemos comprometernos a darle un nuevo sentido; que sea la oportunidad perfecta para darle un enfoque de paz,y alejar de una vez por todas esa mala imagen del joven que acaba con el mobiliario de la ciudad, daña estaciones del servicio público, raya paredes de locales, y consume alucinógenos en las tribunas. ¿Se imagina un grupo de hinchas que con el mismo orgullo que portan su camiseta recuperaran las ciudades, limpiaran las paredes y solo mostraran su pasión agitando banderas? Usted, hincha fiel, que ama a su Atlético Bucaramanga, tiene la gran responsabilidad de devolverle al estadio esa paz, para que vuelva a ser un sitio de encuentro familiar que invite al ciudadano a apoyar al equipo local, lejos del temor a ser agredido.
Hemos tenido un sinsabor todos los años con titulares de periódicos y noticieros donde el hincha es atacado, solo por apoyar a otro club.
Que este retorno sea una buena oportunidad para dar ejemplo en el país, que no se quede solo en letras ni lo creamos una utopía. Solo es actuar como seres racionales. Y que lleguen los buenos encuentros.