El año del espejismo
Por Santiago Gómez – Decano de Comunicación Social Unab
Es hora de empezar a hacer balances. El año termina y la ciudad cierra un período administrativo que no será recordado por su eficiencia, su transparencia o su capacidad de utilizar estratégicamente el tesoro público.
Bohórquez entrega una ciudad altamente endeudada, sin un sistema de aprovechamiento de residuos sólidos funcional, con un esquema de recolección final aún ineficiente, sin ciclorrutas, con marcados atrasos en infraestructura vial y cuestionada de manera certera por sus prácticas de contratación.
La gran mentira de la ciudad sostenible queda en entredicho nada más con salir a recorrerla, no hay ni infraestructura suficiente, ni la cultura ciudadana requerida, ni las políticas públicas adecuadas que soporten el espejismo de una Bucaramanga ambientalmente amigable. A pesar de que el BID y Findeter le colgaron este año a nuestra ciudad la medalla de la sostenibilidad, argumentando que evidencia bajos niveles de pobreza, altos niveles educativos y un elevado potencial de atraer inversiones, curiosamente no tuvieron en cuenta para el análisis previo al otorgamiento de dicha distinción el tema medioambiental: sostenibilidad sin medio ambiente, un curioso privilegio.
Pero aún asumiendo que esta no tenga que ver con aquello que definió Brundtland, hay indicios serios para dudar de tan sospechosa distinción. Los estudiantes de tercero primaria obtienen mejores resultados en las pruebas Saber que los de quinto y los de noveno. Nuestro sistema se encarga de embrutecerlos y ofrece un servicio de manera poco equitativa; los estratos bajos continúan recibiendo mala educación.
Todo lo anterior es más preocupante si se tiene en cuenta que Bucaramanga cuenta con más presupuesto per cápita que Medellín, una ciudad que ha sido modelo latinoamericano e incluso global. No solo me pregunto si estamos gastando los recursos públicos en lo que debemos, sino también si quienes toman las decisiones estratégicas de inversión lo están haciendo pensando en el bien común. Los informes de transparencia indican que en esta ciudad eso no fue así durante el gobierno de Bohórquez. Habrá que estar atentos a la manera como se ejecutan recursos hasta el 31 de diciembre.