No a la anulación femenina
No cesan las noticias sobre asesinato de mujeres en el país. Y si a eso le sumamos los ataques con ácido que dejan a muchas mujeres muertas en vida la cifra aumenta.
No tenemos que ir tan lejos para analizar la violencia que sigue ‘golpeando’ al género femenino. Es por eso que todos los 25 de noviembre se pone en manifiesto el rechazo total a todo tipo de violencia: ya sea psicológica, física, emocional.
Existen pequeñas acciones que se convierten en grandes detonantes, por eso deben ser erradicadas en nuestro día a día. Comentarios sexistas, la misma diferencia salarial, la falta de solidaridad de género, que se ataque el término feministas, y un patriarcado tan arraigado, en el que la mujer va detrás del hombre. No porque se camine así por las calles, sino por esa misma indiferencia.
Leía que ese nivel de anulación se sigue viendo cuando en cualquier toma de decisiones, el hombre se dirige a otro hombre, así haya una mujer dando su punto de vista. Ignorarla es violento.
Empecemos nosotras a no anularnos, a empoderarnos, esa palabra que se ha puesto de moda pero cuyo contenido bien vale la pena abordar.
Hay mucho trabajo por hacer, incluso desde los círculos más íntimos. Pregúntese si es de las que aún se cambia el vestido porque su pareja se lo dice.
¿Qué postura asume si está presenciado una agresión contra otra mujer? ¿Le gana la indiferencia?, ¿el miedo?, ¿se queda callada(o)?, ¿o toma acciones para frenar ese atropello? Y concluyo con este pensamiento del pacifista sudafricano Desmond Tutu: “Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor”.