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Columnistas

Juventud, madurez, poder y éxito

GENTE DE CABECERA

Camilo Umaña

Por Camilo Umaña Valdivieso, psiquiatra y humanista

El éxito logrado por los ganadores de la alcaldía de Bucaramanga y Floridablanca se centra en haber podido mover la confianza del elector en sus formas de diálogos.

Convencieron con discursos centrados en una frase mágica para todas las épocas “contra la corrupción”.

Quienes decidieron lanzar su voto por las formas clásicas de hacer política cedieron ante el ansia de poder que sus candidatos representaban, pues ellos los usaron para seguir la frase y creyeron que precisamente ahí estaba el poder real.

¿Dónde está el poder?

El poder de la razón, el poder del dinero y el poder de las armas lo analizó claramente el escritor y futurista estadounidense con doctorado en Letras, Leyes y Ciencia Alvin Toffler, quien nos permitió entender que en el ejercicio del poder se entrelazan estas variables y nos permiten guiarnos para poder manipular la realidad en la búsqueda de un logro, en este caso el de alcanzar los votos para llegar a una alcaldía.

La metodología de estos ganadores fue usar la capacidad de razonamiento de sus electores, no los creyeron borregos, no los consideraron sordos, ni mudos, ni ciegos, no los usaron como carne de cañón, ni usaron las frases que se les diera la regalada gana.

Simplemente lograron convencerlos de que en sus manos el poder de las alcaldías, la firma de ellos como alcalde, no sería usada para la corrupción.

Lo lograron sin invertir grandes sumas de dinero, hicieron su labor cada uno con su metodología, cada uno con su “nadadito” político y mostraron sus garras de líderes.

Ahora les queda la lección a los poderosos de “reflexionar sobre sus razones”, porque la lección está dada en las cifras generadas por los votantes.

Queda camino para ser grandes, o ser resentidos, en la forma de ejercer el poder; la historia condena o exalta y en el futuro quedará escrita para siempre.