Lecciones de empatía
Paola Bernal, editora Gente de Cabecera ([email protected])
Leía hace poco sobre la empatía, en la pluma de una bloguera de Forbes. Ana Sáenz de Miera tiene claro que prefiere mil veces que su hijo aprenda un poco del significado de esa palabra, antes que chino.
Seguro usted también es uno de esos padres que quiere el éxito para sus hijos, por eso al tema educativo le incluye programación, ajedrez, ballet, inglés, oratoria, matemáticas, deportes, música y artes marciales.
Y Sáenz de Miera lanza el interrogante que muy pocos se hacen: ¿le gustaría que aprendiera de empatía? Así que desprende de esta palabra los grandes logros que podrían adquirir los pequeños para alcanzar el éxito: desde aprender a trabajar en equipo, saber de liderazgo, enfocar a las empresas hacia las necesidades del cliente, y ayudar a que el mundo vaya mejor.
En países como España, cita la autora, hay una clase que no es electiva, sino obligatoria, sobre educación emocional y creatividad. Y en nuestro país ya se habla de la cátedra por la paz. Así que inquietarnos por esto y replantear los programas educativos a favor de las emociones será un trabajo de todos.
Pero es importante también que usted, padre de familia, desde casa ponga a prueba su nivel de empatía. Dicen los psicólogos que cuando un niño maltrata a un animal, por pequeño que sea, como un cucarrón o una mariposa, debe evaluársele y explicarle el sentido de la vida, del dolor, del otro.
Y concluyo con unas cifras bastante alentadoras que respaldan la importancia de la empatía, según Roots of Empathy: De los niños que han trabajado la empatía en sus clases, 78% han incrementado la ayuda a los demás, 74% han aceptado mejor a sus compañeros y 71% han aprendido a evaluar las situaciones con otra perspectiva.