Un gomoso de los autos clásicos y antiguos
Placas de motocicletas y de carros colombianos, de años antiguos y recientes. Dos semáforos cuyas tres luces cambian intermitentes. Una banca de una iglesia. Placas de homenajes y muchos, muchísimos carros antiguos y clásicos a escala organizados en estantes hacen parte del entorno en el que a diario trabaja Carlos Beltrán Castro.
Sin duda es un amante de los autos y de los objetos antiguos. En este ambiente solo se respira amor por una afición que nació desde niño, cuando su abuelo Joaquín Castro Tovar lo llevaba al ‘cuarto de San Alejo’ que había en su casa, en Suaita, Santander.
Escudriñando los rincones de ese recinto, por allá en 1972, Carlos conoció objetos que para esa época eran antiguos, entre lo que recuerda vio lámparas Coleman, revistas y estribos para montar a caballos, entre otros.
Justo por esa época recibió un regalo que hoy guarda como su ‘consentido’ entre los 2.900 autos a escala que tiene en su colección. Se trata de su primer carro, el que le regaló un tío que llegaba de Estados Unidos.
“Lo guardo con cariño porque con él jugué muchísimo. Hoy todavía le funcionan las luces y la sirena. Sigue intacto”, dice mientras lo muestra a la cámara fotográfica.
Para esa época nació entonces esa inclinación por atesorar lo que para muchos otros es basura y objetos sin valor.
El museo
Quien entra a su oficina- con características de apartamento- no puede evitar asombrarse al ver el orden y la perfección con que fueron puestos cada uno de sus objetos valiosos.
A simple vista se puede apreciar que este trabajo fue hecho por un restaurador, alguien que tiene buen gusto y que no se le escapa ningún detalle a la hora de decorar.
Basta con ver sus paredes repletas de placas, de carros antiguos y clásicos a escala, sus cuadros, las imágenes estampadas en objetos como la alacena y las colchas (porque tiene allí dos habitaciones), todas alusivas a detalles de los autos de su gusto.
De otro lado se destacan los objetos que ha restaurado: dos sillas de peluquería, un coche para bebé de los años 40, un triciclo; dos motocicletas, la italiana Lambretta y una FZ del año 83 “a la que le faltan tres años para ser declarada antigua”; una bicicleta de los años 50 que funciona a la perfección y una silla de la iglesia de Curití.
Ni qué decir de los tapetes con figuras de carros, los chalecos repletos de pines que recuerdan sus participaciones en desfiles de autos antiguos en varias partes del mundo, maletines alusivos a estos encuentros, y hasta la papelera del baño con el logo de la marca Volkswagen en la parte superior.
Y en otro rincón está su biblioteca, una variedad de libros con historia y detalles de marcas de carros destacadas en el mundo como BMW, Mercedes Benz, Chevrolet…
Ningún rincón de la ‘Sede B’, como él le llama a su oficina, se salva de llevar un detalle que denote su pasión por lo antiguo, en especial los autos.
Una clase de autos
Nos sentamos en unas sillas, que por supuesto hacen alusión a su ‘goma’ por los carros, dos que fueron de un Volkswagen Escarabajo 1954 y otra más grande de un auto Chevrolet 1955.
Allí don Carlos resolvió las dudas y aclaró ciertos términos que en Colombia son mal usados cuando se habla de autos clásicos y antiguos.
Dice que hay tres clases: los clásicos, los de interés especial y los antiguos, que se diferencian mucho unos de otros.
Los autos clásicos fueron los que se fabricaron entre 1925 y 1948. En Colombia solo hay 17 y en Bucaramanga ni uno. Son muy exclusivos.
“Son como los hoteles, de una a cinco estrellas. Si quieres saber si el carro que compraste es clásico debes ir a una lista que publicó la American Classic Cars, la máxima autoridad en materia de autos clásicos y antiguos a nivel mundial. Es importante aclarar que el hecho de que un auto haya sido fabricado en ese intervalo de tiempo no quiere decir que sea clásico. Si no figura en ese listado no es clásico porque los autos clásicos en el mundo ya fueron fabricados. Hay en esa lista 103 marcas de autos entre los que no figuran reconocidos como Chevrolet, Ford o Dodge, entre otros. En esto cabe decir que ‘todo auto clásico es antiguo mas no todo auto antiguos es clásico”, explicó.
De igual forma aclaró la diferencia entre marcas y modelos.
“Aquí el término de modelo lo usamos mal. Uno le pregunta a alguien: ¿Qué modelo es su carro? Y la gente responde 2014, o un año. Y así no es. Se dice: mi auto es un Mazda (la marca), el modelo es 6 y el año es 2014”, aclaró.
Continuando con las clases de autos están los de interés especial, que fueron fabricados de 1948 a 1972, y en su mayoría son autos deportivos.
“En Bucaramanga hay uno, es del doctor Milton Salazar. Él tiene un XK 120 marca Jaguar. Este fue expuesto un tiempo, junto a otros autos, en el Centro Comercial Parque Caracolí. Se denominan así porque también figuran en un listado especial”.
Por su parte los autos antiguos son los que tienen como mínimo 35 años de fabricación y están un 90% originales en su funcionamiento. En este momento del año 1980 hacia atrás son autos antiguos.
Se identifican por una placa azul con blanco y su registro aparece en la tarjeta de propiedad, donde sobresalen las letras ANT.
“Estamos tratando de combatir el hecho de que hay personas que tienen un auto antiguo y le pintan la placa para poder validarlo”, mencionó.
“A estos autos no se les hace revisión tecnicomecánica, porque constantemente están en restauración. Sí pagan impuestos, aunque en un valor muy bajo, pero pagan; y el Soat (seguro obligatorio) puede llegar a costar $700.000 porque los riesgos son mayores”.
Su colección
Además de tener 900 autos a escala exhibidos en su ‘Sede B’ (sede Beltrán) y 300 réplicas de motocicletas, Carlos tiene autos antiguos en los que se moviliza con frecuencia.
Se trata de un Buick Century Riviera 66-R 1955, un Studebaker 1950 famoso por llamárseles ‘trompa de avión’ o ‘tipo vitrina’, un Willys CJ2A 1946, un Chévrolet 1956 cuatro puertas sin paral, un BMW 86 y un Volkswagen Escarabajo 1954.
Le preguntamos si compraría para él un carro último modelo y un rotundo no fue la respuesta.
“A mí me dicen: venda esas viejeras y cómprese un auto nuevo, convertible, pero no. Los respeto mucho y todo pero yo sigo con mis antiguos. El único problema que uno tiene con los carros antiguos es el parqueadero, porque miden de 5 a 7 metros de largo. Si yo tuviera una bodega me compraría un bus”.
“Estuve tratando de negociar el del colegio de La Presentación, un Ford 1951 pero pensé luego: ¿dónde lo guardo? En Estados Unidos, donde viví 14 años, conocí a un señor coleccionista que tenía 37 buses, pero tenía su bodega para guardarlos.
“Aquí en Colombia hay mucha gente que tiene carros antiguos y no saben lo que tienen, muchos se pierden en los talleres y parqueaderos. El problema es que si uno les hace una oferta ellos piden más de lo que comercialmente cuesta y tampoco es así, entonces prefieren que se pudra”, comentó.
2.900
autos a escala tiene Carlos Beltrán en su colección personal.
Mientras conversábamos un sonido extraño provenía de un celular. Le pregunté qué era y me dijo: “es el pito o claxon de un auto de la década del 20. Lo tengo para las notificaciones en el celular, porque de timbre le tengo el encendido de un auto de los años 50”.
Carlos nos contó que junto a su Clas, el Club de Autos Clásicos y Antiguos al que pertenece, creado desde 1966, es el organizador del XI Desfile Nacional que se realizará el próximo 12 de septiembre, en el marco de la Feria Bonita de Bucaramanga.
Habla expectante y entusiasmado frente a lo que será este evento a desarrollarse en horas de la tarde, por las calles de Bucaramanga. Para este encuentro denominado ‘Metamorfosis’ se espera contar con la participación de 150 vehículos, algunos de Bucaramanga y otros provenientes de Bogotá, Pereira, Ibagué, Manizales, Cali, Medellín, Pamplona y Barrancabermeja, entre otros.
“Tengo la confianza que será uno de los más importantes que hayamos tenido en la ciudad, por la organización que le hemos hecho, por la importancia de los carros que estarán en exhibición y porque Bucaramanga se lo merece”, hace la acotación. Para este encuentro espera poder contar con el apoyo del público de la ciudad, niños y grandes, a quienes invita a asistir con un atuendo especial.
“Como es un evento que exalta el valor de lo antiguo, invitamos a la ciudadanía a usar ropa alusiva a la época, de los años 30 y 50, las mujeres con prendas de pepas blancas, rojas y negras, y a los hombres con pantalones blancos y boina”.
Para el evento destaca que con la inscripción de los autos que participen se aportará a un bono que luego será entregado a la Fundación Tejiendo Dignidad.
Este desfile es apoyado por la Dirección de Tránsito de Bucaramanga, la empresa de aseo Rediba, el Hotel Ciudad Bonita, el Club 3 Ruedas y Vanguardia Liberal.
Estas serán algunas de las joyas que se podrán apreciar en el desfile, por las calles de la capital santandereana.