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Cabecera vista desde un drone

Tomar fotos aéreas era hasta hace cinco años una tarea que tomaba horas, pues se debía disponer de tiempo e influencias para volar en helicóptero y obtener las tan anheladas panorámicas.

Hoy, gracias a los avances de la tecnología, es mucho más fácil con la llegada del drone.

El aparato que funciona con cuatro hélices puede tomar fotos y desplazarse en el aire con un control que alguien dirige estando en una base terrestre.

Gente conversó con Daniel Rueda y el piloto César Cruz, de las empresas RGB Comuniaciones y Alturas Fotográfía Aérea, respectivamente, quienes tienen en su galería más de 800 imágenes de Bucaramanga y su área metropolitana.

Trabajan desde 2009 y llevan más de 2.500 vuelos exitosos con imágenes y videos para las entidades con que trabajan.

Ellos nos compartieron algunas de las panorámicas de los sitios más emblemáticos de la comuna 12 desde el cielo.

 

Un drone no es un juguete y debe volarse con responsabilidad. Lo debe hacer una persona capacitada y con la experiencia suficiente en manipulación de este tipo de aeronaves.

Para aprender se requiere un instinto de orientación excepcional, por lo cual no cualquier persona está en condiciones de operar estos aparatos.

 

Normatividad

Para los drones rige la normatividad que aplica para los aeromodelos, restringiendo el uso de estos a una altura máxima de 152 metros, un peso máximo de 25 kg y una distancia máxima de 750 metros desde la ubicación del piloto, el cual debe tener siempre un contacto visual con el equipo.

Ademas se restringe el vuelo a lugares de afluencia de público o sitios donde hay multitudes.