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Ser madre, un sueño hecho realidad

Diana Carolina Jaimes Vega cumplió su sueño de ser mamá gracias al exitoso tratamiento de Fertilización In Vitro que se realizó en una clínica de Bucaramanga

Diana Carolina Jaimes Vega cumplió su sueño de ser mamá gracias al exitoso tratamiento de Fertilización In Vitro que se realizó en una clínica de Bucaramanga. (Fotos Didier Niño).

El anhelo de ser padres y de ver la sonrisa de sus hijos se hizo realidad para Jorge Luis Ogliastri Quijana y Diana Carolina Jaimes Vega.

Aunque en un primer momento la naturaleza no estuvo de su parte, tuvieron la oportunidad de realizarse uno de los métodos de fecundación más novedosos de los últimos años: el método In Vitro.

Luego de trece años de relación se casaron en 2008. Como una pareja normal decidieron planificar su vida y programaron entonces la fecha en la que querían quedar embarazados.

“Pasaron seis meses y las cosas no se dieron. Soy médico y desde el principio tenía la corazonada de que estaba pasando algo. La gente a veces espera mucho tiempo para consultar. Lo hicimos y nos dimos cuenta de que había problemas para quedar embarazada. Sin embargo por mi profesión y estudios no pensamos en ese momento en hacer un tratamiento”, manifestó Diana Carolina.

Y así se quedaron hasta finales de 2013 cuando dijeron: ¡estamos preparados”! El médico Javier Noriega, del centro de reproducción asistida Nacer, ya les había dicho que para ser papás requerían el método In Vitro, con un óvulo de ella y el esperma de él.

Carmen Cecilia Vega disfruta de la sonrisa de sus únicos nietos, Camila y Sebastián

Carmen Cecilia Vega disfruta de la sonrisa de sus únicos nietos, Camila y Sebastián

Según varios testimonios, incluido el de Diana, la relación con el profesional que los atiende es importante para tener un tratamiento exitoso de Fecundación In Vitro (FIV) y eso fue lo que sintieron desde su primera cita con él.

“Conozco a muchas parejas que se han ido a Bogotá teniendo la posibilidad de hacerse el tratamiento aquí. Este es un momento para estar con la pareja, con la familia, tranquilos. Allá hace frío, hay trancones, es una ciudad que no es la tuya y todos estos factores dificultan el proceso. Cuando llegamos a Nacer y vimos las fotos testimoniales de los niños dijimos: ¡Dios mío, ojalá que me pase lo mismo que a ellos y funcione”, comentó.

Se hicieron los exámenes que les ordenaron, le enviaron a la madre hormonas para que en su próximo periodo produjera más óvulos de lo normal. Los sustrajeron, los llevaron al laboratorio y le pusieron los espermas.

Estos permanecen en una incubadora y de estos óvulos hay unos que logran fecundarse, otros no.

Luego, en el día 14 del ciclo menstrual, con una pipeta se introducen en el útero y los sueltan.

“Una de cada dos mujeres lo logra. Depende de muchos factores: yo como médico creo que influyen la alimentación, la ausencia del estrés, no consumir tabaco ni alcohol y la tranquilidad, sin embargo hay personas que hacen eso y hasta más y no logran un embarazo. En nuestro caso nosotros nos preparamos mucho tiempo. Duramos tres meses con ácido fólico, vitaminas y las cinco frutas al día. Muy juiciosos preparamos el cuerpo. Y como siempre con mucha mentalidad positiva y miles de oraciones a Dios.

Es una mezcla de buena preparación, del poder de Dios y de energía de todos los que lo estábamos esperando, de toda una familia”.

El caso de Fertilización In Vitro de Diana y su esposo Jorge Luis es uno de los tantos exitosos que se realizan en Bucaramanga.

El caso de Fertilización In Vitro de Diana y su esposo Jorge Luis es uno de los tantos exitosos que se realizan en Bucaramanga.

Y así lograron el éxito en su primer tratamiento In Vitro, pues muchas mujeres lo intentan dos o tres veces más.

Diana supo que estaba embarazada a las dos semanas de la introducción de los óvulos fecundados. Ya se sentía extraña, con señales de que efectivamente sería mamá, pues las náuseas y el malestar le enviaban ese mensaje.

Tuvieron su primera ecografía a las cinco semanas de embarazo y les dijeron que sería una niña. Ya se habían hecho a la idea de que eran dos bebés, porque le habían puesto dos embriones, aunque eran conscientes de que también existía la posibilidad de que no vieran a ninguno.

“Dijimos:¡bueno, gracias a Dios, funcionó! Estábamos felices y empecé a cuidarme más. Fue un tiempo muy bonito, de mucha paz, tranquilidad, descanso, buena alimentación. Sabía que era un embarazo de riesgo porque soy hipertensa, pero me cuidé mucho”.

Sin embargo la felicidad se duplicó pues al poco tiempo se practicaron otra ecografía y el médico les dijo que eran dos bebés.

El parto y la felicidad

Bebes invitro

Camila y Sebastián.

La llegada de Camila y Sebastián fue antes de tiempo, a los seis meses de gestación.

“No estábamos tan preparados, tanto que no hubo baby shower. Fue un proceso difícil como todos los niños prematuros, sin embargo salimos adelante. Ocurrió cuando fui a una cita médica, me hospitalizaron y de un momento a otro nos dijeron que iban a nacer ya, por cesárea. Tuvimos la fe en Dios y todo salió bien”.

Hoy disfruta junto a su esposo y su madre Carmen Cecilia Vega Vanegas, de la compañía de sus hijos.

“Yo sufría mucho en mi trabajo anterior en el que atendía a madres con problemas de adicción al alcohol y las drogas. Me preguntaba ¿Dios mío, cómo le das hijos a esta mujer que no los valora y los trata mal? Eso me aumentaba el gusto por ser mamá. Hoy lo soy y es maravilloso, estoy feliz, dichosa. Esta felicidad no se compara con nada en el mundo, con ningún otro tipo de logro. Además le doy gracias a Dios por mi mamá que me ayuda mucho, por Isabel Villalba que es como mi segunda mamá y por mi esposo, porque ese es otro factor importante, fortalecer la relación de pareja con anterioridad para poder desempeñarse muy bien en el rol de padres de familia”.

¿Qué dice un experto?

Gente conversó con el médico Javier Noriega, director científico de Nacer, Centro de Reproducción Asistida, quien nos contó más sobre este método de fertilización.

¿En qué consiste la FIV?

“En la Fertilización In Vitro (FIV) se realiza la unión del óvulo y el espermatozoide fuera del cuerpo de la mujer para luego poner los bebés directamente en el útero, entre el tercer y quinto día de su formación. Consta de cuatro pasos:

1. Estimulación de los ovarios mediante medicamentos que hacen que los ovarios produzcan más óvulos que el que normalmente se produce cada mes.

2. Cuando los óvulos están maduros se va al proceso de la aspiración folicular, procedimiento realizado en una sala de cirugía bajo anestesia, que permite retirar los óvulos de los ovarios mediante la vagina.

3. Los óvulos son enviados al laboratorio donde se realiza el proceso. Cada óvulo es puesto junto a una concentración de espermatozoides dejando que ellos mismos realicen el proceso de fertilización. Los óvulos fecundados inician el proceso de división y a las 48 o 72 horas se evalúan los embriones y se seleccionan.

4. Se seleccionan los embriones que posean mejores características y por ende mejor capacidad de generar un embarazo (normalmente 2 o máximo 3). Son puestos en el útero por un delgado tubo de plástico, bajo guía ecográfica, que nos permite dejarlos exactamente en la cavidad del útero que es el sitio donde el bebé se desarrolla. Esto se realiza sin anestesia, pues no produce dolor ni molestias”.

¿En qué casos se acude a una FIV?

“Las principales indicaciones de la FIV son: daño irreversible de las trompas, infertilidad inexplicada cuando los otros tratamientos no han dado resultado, alteraciones moderadas del semen del varón (número, movilidad o forma de los espermatozoides) y alteraciones de la ovulación sin respuesta a los manejos previos”.

¿Es posible realizar una FIV en Bucaramanga?

“Sí, aquí podemos ofrecer absolutamente todos los tratamientos de fertilidad disponibles en la actualidad en el mundo. Nacer, Centro de Reproducción Asistida, cuenta con todo el recurso tecnológico, humano y académico que permite bridarle a la población del nororiente del país todos los procesos de reproducción con los mismos estándares y resultados de centros de Europa y Estados Unidos”.

¿Es muy costoso?

“Desafortunadamente el Estado no cubre los tratamientos de fertilidad, excepto bajo la figura de la tutela que en contadas ocasiones puede ser exitosa. El costo es una tercera parte del valor de los mismos en Estados Unidos y son precios exequibles a nuestra población”.

¿Qué tan exitoso es?

“La tasa de éxito depende de la edad de la mujer ( específicamente la edad de los óvulos que se utilizan), calidad de los espermatozoides, la salud del útero y la experiencia de la clínica. En general se estima que en el mundo la tasa de embarazo está entre un 30% a 55% por cada intento. Las cifras de éxito en nuestro centro, para los últimos cuatro años, están entre el 42% y 55%”.

¿Qué estudios se deben realizar previo a una FIV?

Pruebas de infección para los padres y evitar trasmisión de infecciones al bebé, pruebas para conocer el estado funcional de los ovarios, un espermiograma al varón para conocer el estado actual del semen, planificar el tipo de tratamiento y definir cómo se potencia el semen para el tratamiento. Se debe evaluar la cavidad uterina, mediante una histeroscopia, que permite descartar la presencia de lesiones que impidan la adherencia de los embriones a la cavidad del útero”.

¿Qué riesgos hay?

“Los riesgos son: parto prematuro (antes de los 9 meses), ruptura prematura de membranas (o romper fuente), bajo peso al nacer e hipertensión en el embarazo y diabetes gestacional, estos dos últimos frecuente en embarazos múltiples”.

¿Hay edad límite para hacerse este tratamiento?

“Se considera que las mujeres a los 35 años tienen el 30% de los óvulos, y a los 40 años, un 7%. Para las mujeres mayores de 40 años debe individualizarse cada caso, pues hay riesgos para los bebés y las mamás.

La tasa de éxito disminuye de forma importante, es por eso que en algunos casos se propone la opción de usar óvulos donados por pacientes de menor edad para disminuir todo lo referenciado anteriormente.

Para el hombre la edad es un poco más benévola y se empiezan a incrementar los riesgos para los bebés a partir de los 45 a 50 años.

Se recomienda que las mujeres de 35 años, después de seis meses de intentar el embarazo sin resultado, asista a una consulta especializada de infertilidad para buscar la mejor opción”.