Necesita una ‘mejora pública’
Jairo Quintana / Periodista del Barrio
En un baño público y un dormitorio de indigentes se ha convertido el pasaje peatonal entre la avenida La Rosita y la calle 36, mejor conocido como concha acústica (parque Mejoras Públicas), donde a menudo es fácil encontrar minas de excrementos humanos y pozos de orines secos, lo que, además de dar mal aspecto al sector, lo convierte en un foco de contaminación y malos olores.
Además, este sitio también ha pasado a ser el lugar preferido por algunos jóvenes para consumir sustancias alucinógenas, siendo en ocasiones hasta peligroso el tránsito por el sector, pues cualquier persona se expone a ser atracada, flagelo que a diario ocurre allí.
De otra parte, en ocasiones unos pequeños arbustos ubicados en las escaleras justo al frente del mencionado pasaje, crecen tanto que tapan la visibilidad de quienes bajan los escalones, impidiéndoles ver las motos y carros que conducen a altas velocidades por La Rosita, lo que podría ocasionar un grave accidente de tránsito.
Cabe recordarle a la Sociedad de Mejoras Públicas y a los locales comerciales que allí funcionan, que la limpieza del sector depende de ellos y que incluso por su mismo bien no deberían permitir que todas las situaciones antes mencionadas sigan ocurriendo, pues los más perjudicados, además de sus negocios (aclaro, no está mal que los tengan), somos todas las personas que día a día tenemos que cruzar por la concha acústica.