La importancia del cuidado de la ‘zona v’
Recuerde que es importante para su salud. – Tomada de internet / GENTE DE CABECERA
La mayoría de las mujeres se preocupan mucho por el cuidado del cabello, de las uñas, de los pies, en fin.
Pero a veces no prestan tanta atención a la zona íntima, también conocida como ‘zona v’.
Los especialistas aseguran que el cuidado de la zona genital inicia desde niñas, por eso deben empezar con buena higiene y hábitos de limpieza, pues de ello también depende una buena salud.
Para evitar el desarrollo de hongos y bacterias en la zona genital las mujeres deben usar productos especializados para su limpieza, los cuales se encuentran en el mercado.
Estos productos tienen características diferentes a los que se usan para el resto del cuerpo, por eso es recomendable tenerlos en casa.
Recuerde que los productos especializados en limpieza íntima tienen un pH correcto pues son jabones con ácido láctico, un ingrediente natural que no altera el pH natural de la zona.
El ¿por qué?
En la zona vaginal el pH es distinto y esto se debe a que debe funcionar para evitar el desarrollo bacteriano.
Cuando el pH está bien, la mujer tiene una sensación de bienestar general, de lo contrario puede presentar molestias como: dolor, ardor o incomodidad.
Algunas situaciones tienden a aumentar el pH: el sangrado menstrual, la pérdida de estrógenos y lactobacilos en la mujer menopáusica, entre otros.
Tenga en cuenta
Para evitar molestias, además de tener una buena higiene, tenga en cuenta las siguientes recomendaciones.
Usar jeans demasiado ajustados puede provocar infecciones, pues impiden la circulación en el área vaginal. Procure ponerse pantalones que no le queden apretados.
La ropa interior puede causarle también el mismo problema, use ropa interior de algodón.
El usar toallas sanitarias con aroma puede causarle irritación. Los químicos y sustancias que poseen para darle olor a estos productos pueden resultar nocivos.
El jabón que use para la higiene íntima debe ser suave y neutro, que no tenga químicos y aroma.
Revise su ‘zona v’ por lo menos una vez al mes. Obsérvela con un espejo de mano. Si ve algo fuera de lo normal, acuda a su ginecólogo.