Se intensifican quejas por escándalos en Cabecera
Los escándalos generados por algunos establecimientos nocturnos en Cabecera siguen siendo el dolor de cabeza para sus vecinos.
Quienes más tienen problemas para lograr un fin de semana de descanso y tranquilidad son los residentes en las calles 49 y 51 y entre carreras 35 y 37.
“No estamos en contra de que funcionen negocios, solo pedimos que sean insonorizados, que se cumplan las normas que establece la ley y que las autoridades las hagan cumplir. No se imaginan lo estresante que es no poder dormir en paz por culpa de los borrachos que salen a gritar a la calle, a pelear o a continuar con su fiesta en los andenes”, dijo una residente a cuya vivienda llegan los sonidos estridentes de bares de la zona.
Además de las quejas por los consumidores de alcohol, lo hizo por el humo del cigarrillo y por las escenas “pasadas de romanticismo” que protagonizan parejas de jóvenes en plena calle.
“Hemos visto peleas hasta con cuchillo. Uno llama al parque San Pío, al CAI y ellos vienen, pero todo se tranquiliza mientras están ahí. Al rato se van y vuelve el desorden. Esto es como ya dicen algunos vecinos, la sucursal de la cuadra picha”, replicó.
Otro vecino aseguró que en el sector funciona un local con nombre de club, lo cual le permitiría prestar servicios con horario indefinido.
“Hacen fiestas hasta las 7 a. m. el ruido es impresionante y ensordecedor y pues hemos visto salir la luz del sol sin poder dormir por culpa de estas parrandas. A esto se suma la ‘zona de tolerancia’ que se va formando por cuenta de jóvenes que sin escrúpulos hacen de todo en las calles o en los andenes oscuros. Aquí vemos en las mañanas condones y hasta pantaletas. También muestras de que consumen drogas porque al parecer también hay un expendio cercano. Imagínense cómo hace uno para llegar o salir temprano de su casa en medio de semejante escenario ¡qué peligro! Hemos tramitado varios derechos de petición pero no han servido de nada porque en Bucaramanga todo es posible porque no hay autoridad, no hay políticos honrados que trabajen de verdad por el bienestar del pueblo”, dijo.
Igualmente llamó la atención a las autoridades por lo que está sucediendo en las escaleras que van de la carrera 37 a la 38 donde hasta altas ahora de la noche hay apuestas de carreras en patinetas, motos y bicicletas. “Saltan y los gritos son terribles cuando caen”.
“Estamos comprometidos”
A propósito de estos escándalos que también se extienden hasta la calle 48 con carrera 34, el fin de semana pasado (6 de diciembre) se efectuaron nuevamente operativos en la zona.
En esta ocasión se les recordó a los propietarios de establecimientos que fueron sellados hace dos semanas, que deben seguir firmes cumpliendo las normas.
“Los establecimientos que sellamos fueron ya abiertos de nuevo, esto debido a que los propietarios cumplieron con los requerimientos exigidos para seguir funcionando. Se les recordó que deben seguir firmes con el compromiso de mitigar el ruido en sus locales y que de fallar nuevamente se volverían a sellar.
“El ruido no es igual que antes y evidentemente sí mermó, es más moderado. Vamos a seguir con los operativos hasta que la situación en el sector se consolide para la preservación de la tranquilidad de los vecinos. Precisamente esta semana el funcionario se reunió con un grupo de empresarios del sector con quienes adelantarán labores coordinadas en busca de una transformación de la zona”, dijo César Parra, secretario del Interior de Bucaramanga.
El funcionario dijo que sobre el caso de las discotecas y bares ubicadas en centros comerciales y cuyo funcionamiento altera la tranquilidad de los vecinos, se está dialogando.
“La primera medida es conversar con ellos, comunicarnos para buscar cumplir las normas que se establecen para la propiedad horizontal en este caso, de centros comerciales y relacionado con los ruidos que de allí provengan. La idea es tomar las medidas pertinentes para que los establecimientos por los cuales la gente se queja no sigan contaminando auditivamente el sector. Si no actúan entraremos a aplicar medidas”, explicó.
Sobre los servicios que prestan las licoreras recalcó que van a trabajar en un proyecto especial junto con la Policía Nacional relacionado con la prohibición del consumo de bebidas embriagantes en establecimientos como estos.
“La ley lo prohíbe. Lo correcto y normal es que las licoreras o estancos vendan licor para que la gente disponga de su consumo en otro lugar, no en sus andenes o en las calles. Esto va a ser tratado con medidas constantes que ejecutaremos en la zona. La idea es ponerle un poco de orden al caos que por ahora sufren los vecinos con esta problemática. La tarea es recuperar la zona y para eso estamos cumpliendo con un programa integral con el que estamos comprometidos”, señaló.