Diciembre saludable
Por Gilberto Camargo Amorocho
De nuevo llega el mes considerado por los expertos en ciencias sociales, emergencias y desastres como el más contradictorio.
Para la mayoría es época de cultivar alegría, reencuentro familiar y oración, pero también es el más riesgoso pues se disparan la euforia, la depresión y el derroche, igualmente los indicadores por accidentes de tránsito, consumo de alcohol, irritabilidad en el estado de ánimo al movilizarse, congestiones en los destinos turísticos, centros comerciales.
En esta época también disminuye la tolerancia, y es cuando el recurso natural como ríos, cascadas y bosques sufren más impacto ambiental negativo.
Lo más triste es que todas las anteriores razones ponen en el filo a la vida, aunándose la aparición de la violación a las dietas, siendo las evidencias los análisis bacteriológicos de enero: colesterol, glicemia y triglicéridos.
Invito a ser preventivos, siempre insistiendo que la vida cuesta mucho para acabarla en segundos y estando sanos.
Las causas de lesiones o muerte, casi todas se pueden evitar, pensando antes de actuar, no conduciendo a media noche el 24 o 31 de diciembre, haciendo reuniones en una sola casa toda la familia, contratando buses para paseos, con comité de residuos, evitar el efecto lupa, aplicar campaña del conductor elegido o solicitar este servicio a la Dirección de Tránsito o entes autorizados.
Hagamos de diciembre un mes del compartir, del crecer como persona, de reflexionar y practicar todo lo que oramos y sobre todo esta otra definición de salud: “Es la capacidad de las personas o de las comunidades para adaptarse, o para autogestionar los desafíos físicos, mentales o sociales que se les presenten en la vida”.
Es mejor amanecer en la casa completico rodeado de amigos y familia y no en una IPS o morgue.