Deudas con la ciudad
Fabio Peña / Editor de Gente de Cabecera
Se acaba el 2014 y es hora de hacer balances y autocríticas.
¿Qué hicimos este año? ¿Qué tanto le aportamos a la ciudad y su desarrollo?
¿Qué tanto crecimos interiormente por encima de lo material?
Cada uno tendrá su balance.
Lo cierto es que a la ciudad le quedamos debiendo muchas cosas, entre lo público y lo privado.
Por ejemplo, no fuimos capaces de superar la crisis de movilidad que padecemos y que cada día nos quita más tiempo valioso para nosotros mismos y para nuestras familias.
Este fue tal vez el mayor lunar del año. Y lo más grave es que se avecinan tiempos peores porque las cifras de crecimiento del parque automotor son inversamente proporcionales a las del crecimiento del número de vías. Además, vienen obras, que aunque es muy positivo, traerá más congestión.
En este caso nos tocará llenarnos de paciencia y, sobre todo, aportar soluciones porque si no colapsaremos el próximo año.
Le quedamos debiendo también a la ciudad un mejor comportamiento ciudadano, porque por más que se adelantaron campañas y que se anunciaron sanciones, seguimos destruyendo nuestros bienes públicos como parques, sistema de transporte, semáforos, y poco, muy poco aportamos al plan de recolección de basuras y reciclaje.
De pronto, bajaron los índices de accidentalidad por consumo de alcohol, pero hay que hacer más; el próximo año esta cifra debería ser cero.
Tenemos todo el 2015 para recomponer y entre todos ayudar a que esta ciudad sea cada vez más pujante, más bonita, más culta, más amable, más cordial y más próspera.