¿Quién les baja el volúmen?
Fabio Peña, editor de Gente de Cabecera
Operativos como los realizados por la secretaría de gobierno de Bucaramanga y la Policía, en el sector de Provenza deberían replicarse en otros sectores del área metropolitana como Cabecera y Cañaveral.
Allí, las autoridades comprobaron lo que todo el mundo sabía: que varios negocios nocturnos violan flagrantemente las normas, exceden los niveles de ruido perimitidos y funcionan con documentación que no corresponde a su oficio.
¿Qué pasaría si un operativo similar se realizara en los lugares antes mencionados?
Las quejas de los vecinos tanto de Cabecera como de Cañaveral son innumerables en torno al desorden que se ha formado en estos sitios producto del expendio descontrolado de bebidas alcohólicas, negocios sin ningún tipo de insonorización y consumo de todo tipo de productos en plena vía pública.
En poder de esta redacción se encuentran documentos y registros fílmicos de riñas, consumo de drogas y alcohol en vías y alrededores de negocios públicos, tales como bares y licoreras que no solo deterioran la imagen del lugar, sino que convierten el sector en lugares de peligro.
Vale decir que en la ciudad hay negocios muy prestantes que cumplen a cabalidad con las disposiciones legales y que incluso se ven afectados por estos otros sitios a los que la ley parece no tocarlos.
Es hora de que las autoridades se amarren los pantalones y pongan en cintura a estos establecimientos, pero que además se inicien campañas de formación para enseñar a la población que este tipo de espectáculos no pueden seguir.