Discusión por tala de palma
El inicio de semana estuvo un poco ‘acalorado’ para algunos residentes de la carrera 30 con calle 35 quienes vieron la inminente poda de una palma.
“Amanece, es lunes festivo, y el perturbador sonido de una motosierra interrumpe el cantar habitual de los pericos. Son las 6 a. m. Hoy 30 de junio, se hacía caso a una absurda orden de talar una de las palmas que albergan cientos de pericos propios de esta zona de Mejoras Públicas”, dijo Angélica Garzón, una de las primeras vecinas en denunciar el hecho en el que se alcanzó a pasar la máquina al tallo del árbol.
Según ella y otros habitantes de la zona que en el transcurso del lunes y martes de esta semana manifestaron su inconformidad por el permiso otorgado por la CDMB, esta tala es una amenaza para los pájaros que anidan entre las ramas.
“El permiso solicitado a la Corporación de la Defensa de la Meseta de Bucaramanga fue solicitado por la administración del edificio Concasa. Tal vez lo hicieron porque creen que las ramas secas de una de las palmas podrían caerse y ocasionar un riesgo para los transeúntes, pero no es así, no están en riesgo de caerse. Quizá quienes pidieron la tala no saben que allí llegan muchas tortolitas y varias especies de aves a dormir.
“Si ustedes alcanzaran a imaginar el espectáculo tan lindo que se vive y oye en esta zona entre las 5:30 y 6 p. m. cuando llegan a sus nidos. A esa hora se duermen y vuelven a despertarnos con su canto hacia las 5:30 a. m. En el día no se la pasan ahí, así que no le molestan la vida a nadie. Nos oponemos porque no queremos que se acabe con el hábitat de estos pajaritos y para que se les deje vivir en paz”, comentó Roque Julio Garzón, presidente del edificio Portal de Santo Domingo, ubicado en la zona.
Estas razones fueron expuestas a funcionarios de la CDMB, quienes cumplieron con la visita técnica el martes 1 de julio en la tarde y en la que además de escuchar a los vecinos, se enteraron de la existencia del hábitat en la palma.
CDMB estudia caso
Este fin de semana la corporación quedó de entregarle a la comunidad los resultados de las pruebas y estudios hechos por profesionales ambientales, quienes determinarán si las especies benefician la vida de aves o si en definitiva no y se continúa el proceso de tala.
Según informaron desde la oficina de prensa de la CDMB, debido al mal estado de la planta se otorgó un permiso para el corte, pues es inminente el peligro de caída y la puesta en riesgo de la comunidad y vehículos que transitan.
“Sólo al momento del inicio de las labores de corte la comunidad denunció el hecho. Inmediatamente acudimos un grupo de profesionales integrado por biólogos e ingenieros forestales de la CDMB para efectuar la inspección con el apoyo de la Electrificadora de Santander, que facilitó la grúa canasta para hacer una valoración completa de la palma de cerca de 10 metros de altura”, dijo Julián Libardo Suárez, biólogo.
En un primer diagnóstico el profesional dijo que la palma está en mal estado fitosanitario.
“La palma ya cumplió su ciclo vegetativo y está en la etapa de decadencia, se requiere una renovación del espécimen desde el punto de vista forestal. En cuanto a la fauna, contrario a las denuncias de la comunidad, se evidenció que son muy pocos los nidos ubicados en la planta, los cuales pertenecen a la especie conocida comúnmente como tortolita o palomita castaña y que en ningún momento se encontraron ponederos de las especies loro real o perico real, según lo afirmado en la denuncia”, aseguró el profesional.
En esta misma semana se hizo un avistamiento de aves en horas de la tarde, para saber qué especies de aves migratorias pasan la noche en estas palmas corozos.
Para saber
El biólogo de la CDMB dijo que posiblemente una de las especies que habiten en la palma es la de nombre científico Columbina Talpacoti “es un ave invasora llamada también ‘rata de las alturas’, por su alta capacidad reproductiva”, indicó.