‘Park-ing Day’, una idea reivindicadora
Un experimento que comenzó en 2005 en San Francisco, Estados Unidos, como una manera de quitarle espacio público a los carros y devolvérselo a los ciudadanos será implementado en Bucaramanga, que se convertirá en la primera ciudad del país en realizarlo. Se trata del ‘Park-ing Day’, algo así como ‘el día de parquear el parque’, y que consiste en utilizar espacios donde tradicionalmente se estacionan carros y convertirlos en lugares para el disfrute de la comunidad.
De esta forma andenes y zonas abiertas utilizadas irregularmente por vehículos se transformarán durante dos días en lugares para el teatro, la danza, exposiciones, jardines, juegos, etc.
Los próximos 6 y 7 de agosto la carrera 34 entre San Pío y Cabecera I etapa será la principal zona donde se intervendrán 20 espacios de parqueo vehicular mediante la creatividad, la ecología social urbana, el diseño experimental y las artes.
Allí, en un espacio de 5 metros de largo por 2 de ancho cada artista hará su producción para devolverle a la gente ese disfrute de su sector.
El proyecto tiene el respaldo del Instituto Municipal de Cultura y Turismo de Bucaramanga, cuyo director, Francisco Centeno, ha querido implementarlo en la ciudad dentro de las políticas de recuperación del espacio público.
Abren convocatoria
Hasta el 14 de julio está abierta la convocatoria para las personas que deseen presentar propuestas para esos dos días.
Básicamente los interesados deberán proponer el diseño, elaboración y montaje de un parque del tamaño de un espacio similar al que ocupa un automóvil parqueado en el espacio público, así como las acciones que tendrán ocurrencia en el parque durante el tiempo de exposición. Como todo parque, éste debe ser de uso público.
Podrán participar personas naturales o jurídicas.
Un jurado seleccionará las 20 mejores ideas.
Cada proyecto seleccionado recibirá un incentivo de un millón de pesos para su producción.
Mayores informes en la página [email protected].
Cómo se inició
Este evento nació en Estados Unidos cuando un grupo de activistas del espacio urbano, conocido como Rebar, se preguntó si el costo que paga un vehículo por permanecer horas estacionado en el espacio público compensa el valor que podría tener ese espacio si se usara para el beneficio de todas las personas. La respuesta era no.
Entonces pensaron que si una calzada era usada por vehículos no beneficiaba a la mayoría sino al propietario de este, y por tanto ¿no era mejor ampliar la calzada, volverla peatonal o sembrar un árbol?
Así, lanzaron esta convocatoria que hoy se replica en varios países del mundo.