“Este negocio tiene siete procesos judiciales’’: Policía
Las autoridades hablaron con Gente de Cabecera sobre la ola de quejas de vecinos del sector por un caso puntual: el caos generado en la carrera 33 con calle 52 por un establecimiento público que aglomera a menores de edad.
Esto nos comentó el Teniente Carlos Ardila, comandante de la Estación Sur de la Policía Metropolitana de Bucaramanga sobre esta temática que afecta la tranquilidad de Cabecera.
¿Qué ha pasado con el sitio conocido como ‘Matinée’, mencionado por los vecinos como epicentro de visitas de jóvenes al sector?
“El sitio que la gente menciona (Matinée) hace casi un mes no funciona como ‘chiquiteca’. La Policía hizo un trabajo minucioso de revisión de los documentos que el representante legal tiene aprobados en la Cámara de Comercio de Bucaramanga y con lupa en mano vimos que el sitio estaba autorizado para la realización de actividades culturales y lúdicas con jóvenes, pero en ninguna línea dice que para menores de edad. En este caso el señor estaba interpretando subjetivamente esta norma y por eso le dio ese uso al negocio. Ahora el sitio funciona como una discoteca como tal y no pueden ingresar menores de edad”.
Los vecinos dicen que llaman constantemente a la Policía, los fines de semana, para buscar una solución al malestar que se vive en la carrera 33 entre calles 52 y 54 ¿Qué hace la Policía cuando recibe las quejas de vecinos sobre las peleas y la supuesta venta de droga que ocurre en este sector?
“Nuestro objetivo principal, mientras estos negocios sigan funcionando, es evitar la venta de alucinógenos, que los menores no infrinjan la norma del ‘toque de queda’. Recibimos las llamadas, enviamos a la patrulla pero pedimos que nos entiendan porque no tenemos el personal suficiente, pues aparte de recibir quejas de la gente de este sector, también recibimos llamadas de otros puntos de Cabecera por otro tipo de infracciones, sin embargo tratamos de llevarles la tranquilidad a todos”.
¿Qué han logrado hacer las autoridades en este sitio?
“Como lo mencionaba, funciona ahora como discoteca, es decir solo ingresan mayores de edad y el cierre de su funcionamiento es a las 3 a. m.
Este negocio tiene siete procesos administrativos judiciales por permitir el ingreso de menores de edad, por el tema de higiene, salubridad, baños pésimos, rutas de acceso y protocolos de seguridad para el control de personas que pueden ingresar. Alguna vez hicimos un comparendo porque adentro hubo una riña.
De los siete comparendos solo dos se han aplicado completamente, los otros cinco cuando la persona es notificada del cierre tiene el chance de apelar y así logra volver a funcionar normalmente. En esta apelación es la Alcaldía la que sostiene la decisión del comandante de la Policía y decide si darle o no oportunidades.
Hemos logrado el cierre por siete días, pero vuelve a abrir”.
¿Se logró algo con la disposición de dos policías que permanecían en el sitio los fines de semana, vigilando?
“Estos dos uniformados del cuadrante tenían como finalidad hacer planes disuasivos, se registraban menores de edad, pues como los vecinos lo mencionan, se sabía que por lo menos los domingos de 3 a 6 p. m había riñas y consumo de alucinógenos, invasión de la carrera 33 lo que en ocasiones generaba trancones.
Además de ellos se tomó la decisión de crear un grupo interinstitucional conformado por la Alcaldía de Bucaramanga, la Comisaría de Familia y la Policía de Infancia y Adolescencia para verificar el tema sanitario y ver las medidas de cierre inmediato”.
¿Cuál es el procedimiento que sigue la Policía de Infancia y Adolescencia cuando encuentran menores de edad en horarios no permitidos para su circulación?
“Se lleva a la Comisaría de Familia, se le leen sus derechos y se hace la entrega formal al padre de familia. Después, en atención al Decreto 0034 de 2012 que prohíbe la presencia de los menores de edad en todos los sitios públicos de Bucaramanga después de las 11:00 de la noche, los padres en algunos casos pagan multas pecuniarias por no tener el control de sus hijos”.
¿Cuál es la reacción de los padres de familia cuando se les notifica la detención de sus hijos?
“Eso es lo más triste del caso. Ese es el sinsabor con el que quedamos como autoridades pues estos muchachos, en su mayoría, son hijos de padres separados, algunos incluso no conocen a sus padres y otros viven con las abuelas. Y la respuesta de ellos cuando los llamamos es: “no tengo tiempo para ir a reclamarlo”, “eso déjenlo allá porque yo no voy a reclamarlo, ustedes verán qué hacen con él”, “¿otra vez? ah, qué hago con ese chino, miren a ver qué hacen ustedes” “ese muchacho no es sino problemas”…
Eso nos reafirma entonces lo que sucede y es falta de autoridad en la casa por parte de los padres, de buen ejemplo y de establecer normas para que se hagan cumplir. La mayoría de estos chicos están solos y hacen lo que quieren siempre”.
Algunos vecinos dicen que los policías no pueden hacer mucho porque son las niñas las que esconden entre sus prendas los cuchillos y armas de los chicos, y dicen que no pueden requisarlas a ellas ¿En estos casos no debería haber presencia de mujeres policías para requisar las niñas?
“Sí, claro, sí se puede y últimamente lo hemos hecho. Hace poco, un domingo, sorprendimos a una joven de 20 años consumiendo drogas en el baño. Se llamó al administrador y se le mostró la falta.
De inmediato se pidió apagar la música, prender luces, que la gente pagara sus cuentas y se suspendiera la actividad comercial por esa noche. Por esto deben pagar un comparendo, ir a descargos ante las autoridades, diligenciar algunos trámites y muy probablemente apelar (y como ocurre casi siempre, se dilate el comparendo).