El archivo general de Bucaramanga
Por Gilberto Camargo Amorocho
Según la Ley 594 de 2000 es obligación del alcalde de Bucaramanga crear sus archivos de entidades de carácter municipal.
También es obligación que las administraciones municipal y departamental sean las responsables de la gestión de documentos y administración de sus archivos.
A Bucaramanga le urge un edificio para sus archivos, los predios que existen no cumplen con las condiciones físico-sanitarias que exige el marco legal.
Es alto el riesgo de destrucción y muerte de la valiosa documentación histórica existente y de la que diariamente ingresa.
Según normas, nuestra ciudad necesita como mínimo un edificio cuya área construida sea de 15.000 metros cuadrados.
Su programa arquitectónico lo componen desde ambientes para almacenar documentación, locales de limpieza, desinsectación y desinfección, talleres de restauración, encuadernación, áreas administrativas y de atención a la comunidad, incluida zona de lectura, y áreas de investigación y reprografía entre otros.
Esta obra es un gran aporte a la construcción de la memoria de nuestra ciudad, en otras palabras es darle la importancia que se merece a nuestras raíces, es cultivar la capacidad en los ciudadanos de esculcar hasta más adentro lo que fuimos, somos y llegaremos a ser en el contexto del departamento, nación y mundo.
Desde el señor alcalde, sus concejales y habitantes pasaremos a la historia una vez este archivo este construido, allí quedará sintetizada la misión, la responsabilidad, el compromiso y el talante de quienes tienen la función social de preservar la memoria colectiva para todos los tiempos.
Dicen los archivólogos, que a lo largo del tiempo la comunicación y la información han sido un bien primario para el hombre, pues sin ellas no habría podido vivir y menos sobrevivir en el recuerdo. Para producir intelectualmente, hay que conservar la documentación existente.