Posturas que mejoran el cuerpo y el alma
Por Audry Laguado
El día a día, una alimentación desbalanceada y las malas posturas pueden genera molestias en el cuerpo.
Muchas veces no queda tiempo de asistir a un gimnasio o clases de disciplinas como el yoga. Sin embargo en casa se pueden practicar algunas de las posturas más comunes y sencillas de este estilo de vida milenario que ha ayudado a muchas personas a mejorar su cuerpo.
Cabe resaltar que son muchas las posturas que se realizan en yoga, Gente le muestra algunas de las más comunes.
Postura de la cobra
Luego de un estiramiento, acuéstese boca abajo con las piernas y los pies juntos y estirados. Apoye las manos en el suelo a la altura de las axilas, con los dedos apuntando hacia adelante. Los antebrazos perpendiculares al piso, al lado de los costados. La frente sobre el suelo.
Luego inhala y desliza la nariz por el suelo, y luego el mentón, llegando lo más lejos posible hasta que sienta una ligera presión en la nuca.
Continúe levantando la cabeza y el pecho, utilizando únicamente la fuerza de la espalda. Empuje con los brazos, elevando el tronco hacia arriba y hacia atrás todo lo que sea posible, pero sin forzar. Puede incrementar la extensión de la columna tirando el cuello y llevando la cabeza atrás. Si esto no le resulta confortable, deje la cabeza vertical, con la cara mirando al frente.
Después de una breve pausa, exhalando, descienda lentamente manteniendo todo el tiempo la cara dirigida hacia arriba.
“Esta postura alivia los dolores de espalda que se producen por permanecer muchas horas en una misma postura. Evita la rigidez de la columna vertebral y las deformaciones que producen en ella. Previene contra lesiones de la columna o desplazamiento del disco.
La irrigación sanguínea que proporciona esta postura a la columna, a la musculatura profunda y superficial de la espalda, y los músculos del cuello, produce un gran efecto de limpieza y flexibilización y de tonificación”, dijo Gustavo Pino quien practica yoga desde hace muchos años.
Otras de las ventajas de esta postura es que revitaliza y fortalece los músculos del abdomen; al aumentar la presión intraabdominal tonifica las vísceras, previniendo indigestiones y otros trastornos digestivos.
El masaje renal que se produce al adoptar esta postura, mejora el funcionamiento de los riñones, evitando la formación de cálculos, produce un efecto muy beneficioso sobre los sistemas simpático y parasimpático y el corazón.
Es una postura especialmente para las mujeres; como tonificante de los ovarios y el útero, previene determinados trastornos y estabiliza la función menstrual.
La postura del niño
Es una de las posturas que ofrece descanso y relajación, además ayuda al estiramiento de las caderas y las piernas. Por otro lado ayuda a mitigar el estrés y la fatiga, alivia el dolor de espalda cuando se hace con la cabeza y el torso apoyado; pero primordialmente es una postura de humildad.
Arrodíllese en el suelo. Con juntos los dedos gordos siéntese en los talones, a continuación separe las rodillas casi al ancho de sus caderas o hasta donde su cuerpo lo permita.
Exhale y ponga el torso hacia abajo entre tus muslos. Amplíe el sacro a través de la parte posterior de su pelvis y estreche los puntos de la cadera hacia el ombligo, de modo que la apoye sobre el interior de los muslos. Estire el coxis de la parte posterior de la pelvis mientras levanta la base del cráneo de la parte posterior del cuello.
Ponga las manos en el suelo junto a su torso, las palmas hacia arriba y deje descansar los hombros en el suelo.
Postura del gato
La pose del gato es una de las posturas de yoga más simples, al menos a primera vista, porque en realidad para practicar la postura del gato en yoga es necesario trabajar y desarrollar la capacidad de concentración.
Con esta postura se desarrolla la capacidad de atención, pues requiere visualizar los espacios intervertebrales para movilizarlos, al mismo tiempo se debe establecer un ritmo de respiración pausado y constante. Los movimientos del cuerpo en la postura del gato deben ir al compás de la respiración.
Posición en cuatro patas. Tome aire mientras levanta el cóccix y la cabeza, y ponga en posición curva la espalda hacia abajo, hasta donde su cuerpo lo permita. Esto ayudará a todos los músculos de la columna y sentirá como se activarán las zonas media y superior. Los codos deben estar lo más rectos posible. Cuando levante la mirada hacia el cielo, evite tensar la parte posterior del cuello.
Cuando suelte el aire redondee la espalda. Sienta como los omoplatos se separan mientras relaja los músculos del cuello y de la columna. Para ser capaz de levantar y redondear toda la columna, procure empujar las vértebras inferiores de esta zona hacia arriba. El cóccix hacia dentro y la barbilla en dirección a la garganta, le ayudará a lograr con éxito esta segunda parte del ejercicio. Recuerde que las palmas de las manos deben estar rectas contra el suelo.
Recuerde
Para realizar estas rutinas debe estar en un lugar tranquilo, aireado, con ropa cómoda. Debe tener un tapete donde pueda realizar los movimientos, pero sobre todo debe ser un lugar con mucha tranquilidad.